Rosario. Fecha del evento: viernes 7 de enero de 2011. En este festival organizado por Asesinos de Mentes, Tungsteno iba a ser originalmente la banda principal y la encargada de cerrarlo. Lamentablemente, un par de días antes se informó que los thrashers no se presentarían debido a un problema de salud del guitarrista Mariano Lesta (a quien le deseamos una pronta recuperación), ocupando Hijo de la Aurora el lugar vacante en la grilla. De todos modos, pudimos apreciar interesantes propuestas de bandas locales, especialmente en las performances de Dislexya y de Abominación.
Ingresé al recinto a las 23:30 hs., cuando Abominación acababa de iniciar su set. Se trata de una nueva agrupación de black metal en la cual tocan dos miembros de Espíritus Funestos: Genocidio Suicida y Venomous. Debo reconocer que me impactaron desde el principio, ¡este es el tipo de bandas que la escena extrema viene necesitando! Arremetieron con un sonido crudo, devastador, demostrando además que conocen profundamente el género, lo tienen internalizado y saben cómo tocarlo en vivo.
En cuanto a la imagen y a la presencia escénica, lo que proponía Abominación no podía ser mejor: cráneos humanos reales esparcidos sobre el escenario, crucifijos invertidos, los músicos usando corpsepainting con dignidad, brazaletes de clavos, etc., mostrando en todo momento una actitud desafiante, escupiendo blasfemia y odio, imponiendo respeto incluso a quienes no conocen esa palabra.
Se me dificulta un poco distinguir sus influencias, pero bien me atrevo a decir que bandas como Blasphemy y Satanic Warmaster han contribuido de alguna manera al sonido de Abominación, además de asumir la impronta sudamericana genuina que los separa de cualquier tipo de esas bandas posers que pretenden copiar hasta en el más mínimo detalle a las agrupaciones de la escena noruega.
Podría escribir más líneas intentando explayarme acerca del purificador sonido de Abominación. Pero prefiero recomendarles que, si quieren saber más, vayan a verlos la próxima vez que toquen; eso sí: cristianos, posers y cabezas ignorantes, abstenerse bajo todo punto de vista. Abominación no tendrá piedad con ustedes.
En segundo lugar tocó Reacción Brutal, proveniente de Granadero Baigorria, quienes hicieron algunos temas propios de corte heavy/thrash, como “Violencia”, además de covers, un par de Sepultura (“Territory” fue uno de ellos) y “Raining Blood” de Slayer; como dato curioso, cada vez que ejecutaban un cover, cambiaban al bajista y subía un cantante invitado.
Buenas intenciones las de Reacción Brutal, aunque todavía necesitan pulir un poco más a su propuesta y dotarla de una mayor coherencia.
Desde Las Parejas nuevamente llegó Scream Shadow, una banda orientada al thrash metal que si bien me habían sorprendido por el nivel mostrado en su debut, en esta ocasión noté alguna inconsistencia. Ejecutaron composiciones propias como “Sueño Macabro”, “Resignado a Morir” y “Absoluta violencia”, a las cuales les sumaron varios covers, a saber: “Symptom of the Universe” (Black Sabbath), “Slave New World” (Sepultura), “Orgasmatron” (lo mencionaron como tema de Sepultura, pero se trata de un cover de Motörhead), “Phobia” (Kreator) y “Seek and Destroy” (Metallica, con el cantante de Abraxas como invitado).
La inconsistencia a la que me refería previamente no tiene nada que ver con la calidad ni con la capacidad de los músicos de Scream Shadow, sino que me remito al enfoque de su propuesta. Da la sensación de que por momentos oscilan entre distintos estilos y que la elección de los covers no termina de encajar con su música original. Scream Shadow marcha seguro cuando combina la agresividad del thrash de la vieja escuela con la estructura del thrash metal más moderno. Creo que ése es su camino y con mayor decisión y soltura, podrán transitarlo a paso firme.
Dislexya está en otro nivel. Ellos saben perfectamente de dónde vienen y hacia donde van con su música. Continúan apostando al death metal enraizado en la vieja escuela, en la vena de Death, Morbid Angel y Autopsy, por citar algunos referentes.
Basaron su repertorio en composiciones propias, como “Hordas del Infierno en el Paraíso” y “Espinas en los ojos”, en las cuales Dislexya acentúa y reafirma sus rasgos distintivos, asumiendo cada músico un rol decisivo: Nicolás Yanco, guitarrista/vocalista (paralelamente se desempeña como frontman de Biodroid), es el compositor de la mayoría de los temas y realmente se luce en su trabajo con las seis cuerdas; el bajista Pablo “Parca” Ruiz (se acaba de sumar a las filas de los thrashers Crisis) ha tomado mucho protagonismo, ya que además de la destreza y el talento que muestra para tocar, derrocha actitud y su labor como segunda voz es fundamental; por su parte, el guitarrista Germán Fernández aporta lo suyo ejecutando bases y riffs que le imprimen más fuerza a la banda; por último, el baterista Marcos Canelo es el integrante más nuevo de la banda y se ha acoplado perfectamente, mostrando un estilo ordenado y técnico que encaja con la dirección musical de Dislexya.
El único cover que tocaron fue “Infernal Death”, de Death.
Creo que lo que más necesita Dislexya en este momento es lanzar un demo para difundir su música y tener así la posibilidad de llegar a otros lugares, éste es el preciso momento para hacerlo.
Podría escribir mucho más tratando de explicar sobre la experiencia de ver a Dislexya en vivo. Pero prefiero que lo juzguen ustedes mismos: si lo suyo es el death metal, vayan a verlos o mueran!
LetalMetal no detiene su marcha. La agrupación oriunda de San Lorenzo brindó un show de 45 minutos presentando canciones de su disco “El Legado” (2009), como “Las lágrimas del olvido” y “Sangre y deseo”, más alguna que integrará su segundo álbum, el cual comenzarán a grabar en breve.
También realizaron el habitual popurrí que engancha fragmentos de diversos clásicos internacionales del metal, aunque quizá a esta altura sería conveniente que lo supriman y realicen un cover diferente de manera completa, funcionaría bien como “factor sorpresa” para mantener fresco al show. De todos modos, LetalMetal se ha hecho de un puñado de fieles seguidores que conocen sus canciones; en una época gris, en la cual lo único que pareciera motivar a la gente a levantar sus culos para ir a un recital son los tributos, este es un hecho positivo que merece ser destacado.
Hijo de la Aurora fue el grupo encargado de cerrar la jornada en El Sótano. Este trío practica un black metal muy bien ejecutado en directo, quizá sin tanta crudeza pero sí con mucha agresividad e intensidad. Durante 40 minutos descargaron su oscura música, performance que fue apreciada por una no despreciable cantidad de gente que se quedó hasta el final.
Desconozco los temas que ejecutó Hijo de la Aurora, probablemente algunos pertenezcan a su demo promocional editado el año pasado. Su sonido es abrasivo y elaborado a la vez, con letras en castellano y con los músicos tocando “a cara limpia”. Nuevamente dejaron una buena impresión en su paso por nuestra ciudad.
Como conclusión, una única acotación: mientras existan bandas como Abominación, Dislexya e Hijo de la Aurora, el metal extremo argentino gozará de buena salud.
*Todas las fotografías que ilustran esta nota fueron tomadas de sitios oficiales de las bandas y de los músicos.
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