martes, 9 de octubre de 2012

Lo que dejó el "Holocausto Cetorca"

Rosario. Fecha del evento: sábado 11 de agosto de 2012. Finalmente Tungsteno se presentó por primera vez en nuestra ciudad, encabezando un festival organizado por Asesinos de Mentes en El Sótano, en el cual compartieron escenario con Crisis, Saque, Abismal y Misiva. A continuación, el resumen de la jornada.


Misiva

Ingresé al recinto cuando ya se encontraba tocando Misiva, la banda encargada de abrir el evento. En ese momento estaban tocando “Fundación del Caos”, un tema propio; antes de ese habían ejecutado otras dos composiciones de su autoría: “Circo de la Miseria” y “Nominación”. Además, Misiva realizó los siguientes covers: “The New Order” y “Souls of Black” (Testament), “Troops of Doom”, “Arise” y “Beneath the Remains” (Sepultura), “Leper Messiah” (Metallica) y “The Antichrist” (Slayer).


Abismal

Pasada la medianoche, Abismal salió a escena para ponerle una cuota de death metal a la velada. La banda oriunda de San Antonio de Padua presentó un puñado de temas propios, enrolados en un death metal de corte americano/holandés, con algún matiz hardcore. En esa línea, versionaron un tema de Madball y tocaron canciones de Massacre y Obituary.


Saque

En tercer lugar, Saque presentó con entusiasmo su propuesta, abriendo fuego con un par de nuevas composiciones, destacándose “Rosario Heavy Metal”.



Durante 45 minutos de show, Saque tocó otros temas de su propio repertorio, como “Todo es Vanidad” y “Enseñanzas”, además de interpretar un par de thrashazos de Kreator: “People of the Lie” (con Adrián Llano, vocalista de Sin Piedad, como invitado) y “Violent Revolution”.



Si bien Saque ha defendido con firmeza su identidad en los cinco años que lleva de carrera, personalmente sigo pensando que se desenvolverían mucho mejor orientándose hacia un filoso speed/power/thrash  de corte americano, sin bases graves ni voces guturales. Pero es solamente una cuestión de gustos y apreciación de mi parte.


Crisis

A las 2:30 a.m., Crisis irrumpió sobre las tablas con autoridad, llevándose todo por delante con su música. Creo no exagerar al afirmar que se trata de una de las más impactantes agrupaciones surgidas en nuestra escena en los últimos años, que da muestras de crecimiento prácticamente en cada show.



Siempre a la carga con su speed/thrash de espíritu rockero, el repertorio de Crisis estuvo conformado por canciones propias como: “Soldado Cobarde”, “Sin Límites”, “Criminal”, “Crisis” (con una muy buena intro densa y oscura), “Maten al Líder”, etc. Además, tocaron un par de covers: “Last Man Alive” (Whiplash, cantado por el bajista Parca Ruiz) y “Whiplash” (Metallica).



Cabe decir que a pesar de que el sonido no fue el mejor esa noche, Crisis supo suplir tales carencias con entrega y con esa particular electricidad que generan las bandas firmemente decididas y empeñadas en transmitir algo, luchando contra todo y contra todos. Si hasta los acoples y chillidos que se desprendían de las filosas guitarras de Cristian Petrovelli y Germán Bocos resultaban agradables, al menos para los que tenemos el oído curtido en la esencia genuina del metal. No me quiero olvidar de la clase y la potencia que ostenta Blas Raposo tras los parches, ¡con qué soltura toca este pibe la batería!



Al escribir sobre Crisis una vez más no puedo dejar de lado el entusiasmo. Ojalá logren trascender más allá de los confines de nuestra escena; tienen con qué lograrlo.


Tungsteno

Nuevamente en nuestra provincia tras el doble ataque del mes de julio (en Villa Gobernador Gálvez y en Venado Tuerto), Tungsteno pisaba por primera vez Rosario ante un buen número de jóvenes thrashers que aguardaba con ansias su llegada.



Hay que mencionar que Tungsteno se presentó con cuatro integrantes, ya que el bajista Gastón Tieri no pudo venir y su lugar lo ocupó Maximiliano Cabrera, uno de los guitarristas.


Los velocistas thrashers arremetieron con todo su arsenal, abriendo el concierto con “Régimen de Violencia”, “Inminente Aniquilación”, “Vino y Velocidad”, “La Guarida de los Chacales”, etc., todas piezas que integran su álbum debut “Inminente Aniquilación” (2011).


La performance de Tungsteno duró aproximadamente 45 minutos; fue intensa y enérgica. Además lograron suplir con oficio la falta de una guitarra, conservando intacta la esencia de las canciones.
El cierre llegó con “Te-Thrash” y el cover de Exodus “Piranha”, en el cual los acompaño Cristian Petrovelli de Crisis en la segunda guitarra, siendo uno de los momentos memorables de la noche, dejándonos a todos con ganas de más.

Nada más que agregar. Nunca dejen de luchar.


*Todas las imágenes que ilustran esta crónica fueron tomadas de sitios web oficiales de las bandas y los músicos.

Banda de la Semana: Sacrophobia (España)


La historia de Sacrophobia comenzó a finales de 1990 en Leganés, una de las ciudades más importantes del área metropolitana de Madrid, cuando los guitarristas Juancar y Juan comenzaron a darle forma a un proyecto que venían teniendo en mente. Fue una de las primeras bandas de la escena española de death metal.



En 1991 editaron su primer demo “Only Death is Irreversible”, a través del sello Drowned Productions. También comenzaron a presentarse en vivo en Madrid y alrededores.



En 1992 grabaron cuatro temas para un EP que jamás llego a editarse como tal, ya que el responsable del sello estadounidense Seraphic Decay se quedó con el master. Estas composiciones finalmente vieron la luz en la producción independiente titulada “Demo #2”.



En 1993 grabaron dos temas para el compilado “Dead Flesh”, en el cual participaban otras bandas españolas de death metal (Avulsed, Fermento, Antropomorfia y Spontaneous Combustion). Ese mismo año cruzaron por primera vez las fronteras de España para brindar dos conciertos en Alemania, toda una rareza para una banda extrema española que solamente tenía editados un par de demos.
Finalmente, a principios del año 1994, Sacrophobia se separaría de manera definitiva. Meses después Juancar pasaría a formar parte de Avulsed, banda en la cual se desempeña todavía.



Puede que el legado de Sacrophobia sea pequeño, apenas visible, y seguramente muchos fans del death metal jamás sabrán de su existencia. Sin embargo, para todos aquellos que aman el real underground, será un acto de placer desenterrar dicho legado, un viaje en el tiempo hacia aquella fervorosa y digna escena de death metal española de principios de los ‘90s. Su música salvaje y elaborada, fresca y putrefacta, poderosa y profunda, influenciada en parte por la vertiente sueca del estilo, constituye un retrato, una huella de un momento irrepetible en la historia del metal.


Resultan ilustrativas las palabras Raúl Sampedro Valdivieso (también conocido como Raúl Trauma), primer vocalista de Sacrophobia, extraídas de una entrevista publicada en la página del sello Xtreem Music, recordando la época donde se respiraba el verdadero y genuino sentimiento del underground en aquella escena:
“Lo que más recuerdo, y a la vez añoro, es la indescriptible sensación de descubrir un mundillo que empezaba a dar sus primeros pasitos y que, a la vez que te calaba hondo musicalmente, te permitía ser parte de ello de un modo activo, y no sólo como mero comprador/espectador/oyente. Entrar en contacto con la música extrema, y con los valores/ideales que entonces representaba, me enriqueció de una forma bestial. Abrió mi mente más si cabe, arraigó ideas que hasta entonces sólo eran pensamientos difusos, me hizo valorar el esfuerzo que supone el que alguien saque adelante sus propias iniciativas... Conceptos como "D.I.Y.", "non-profit", "underground", etc., se volvieron fundamentales en mis enfoques, no sólo musicales, sino también vitales. Añoro todas aquellas sensaciones y la febril pasión con la que vivíamos cada nueva demo que caía en nuestras manos, cada disco que comprábamos a base de ahorrar pagas semanales, cada concierto al que asistíamos, cada carta que llegaba al buzón, cada viajecito que hacíamos para ver a tal o a cual banda que tocaba en nosedonde... nuestra vida entera giraba en torno a todo ello. Soy de los que piensa que aquellos tiempos son, de lejos, mejores que cualquier otro tiempo posterior. Ahora hay muchas bandas, muchos discos, muchos sellos, muchos conciertos, muchas distribuidoras, muchos webzines, las infraestructuras en general han mejorado de un modo bárbaro y la gente puede comunicarse más rápida y eficazmente... pero en gran medida se ha perdido aquel espíritu de finales de los '80s y principios de los '90s. En cierto modo es lógico que así haya sido porque de aquellas se estaba gestando todo y además no existían las diversificaciones de hoy en día, pero algo, algo debería haber pervivido... no sé, la esencia, los valores, la implicación... y sin embargo me cuesta horrores percibirlo entre la gente más joven. Todo se ha estandarizado y comercializado tanto que se ha convertido, sin más, en un estilo de música que te gusta o no, y que no tiene mucho más detrás. En definitiva: otro producto de la industria musical.
Sacrophobia fue una banda de death metal que formamos cinco amiguetes allá por 1990. Estuve un año y pico berreando junto a ellos, durante los cuales grabé la primera demo y toqué en cinco conciertos. Tuvieron la inmensa fortuna de que abandonase la banda porque a partir de entonces empezaron a sonar de la hostia y grabaron una segunda demo que es de lo mejorcito que haya parido este país jamás. La pena es que no llegasen a grabar ningún disco.”


También puede resultarles de interés el nostáligico relato "La Dalia Metálica", publicado en el blog Revista Prótesis. Pueden leerlo haciendo click aquí.


Última formación:

Juan Carlos “Juancar” Calvo – Guitarra Rítmica
Juan – Guitarra Líder
Jesús - Voz
Miguel - Bajo
Javi - Batería