Invasión nicoleña: El Vasco, Caravana de Almas y SGN en el bar La Capital

Rosario. Fecha del evento: sábado 7 de agosto de 2010. Tres propuestas diferentes, todas provenientes de la ciudad de San Nicolás, juntas en una misma noche, aquí en Rosario. El lugar escogido fue el bar La Capital, ubicado frente al edificio del tradicional diario local, abriendo por primera vez sus puertas a la música pesada. A continuación, la crónica de la jornada.

Un rato antes de la medianoche, SGN dio inicio a su show, basado en canciones propias instrumentales en plan heavy/hard rock. No se trata de una banda, sino de Sergio Gustavo Nader, talentoso guitarrista de prolongada trayectoria que, acompañado solamente por su instrumento y tocando sobre bases grabadas, supo brindar un espectáculo de elevado nivel.

La música de SGN, si bien tiene pasajes de virtuosismo, apunta más a la melodía con cierto gancho, a la canción instrumental. Dueño de un extraordinario buen gusto musical, supo deslumbrar recorriendo parte del repertorio de su prolífica discografía (lleva editadas 22 placas), además de tocar un tema nuevo incluido en su nuevo álbum “No hay Descanso para los Malditos”, inspirado en el título del tercer disco de Helix “No Rest for the Wicked” (1983).

También fue muy agradable escuchar la versión que SGN realizó del Himno Nacional Argentino, interpretada con gran sentimiento, así como el homenaje a puro riff pesado y agresivo titulado “Un desgraciado mató a Darrell” (el título lo dice todo).

Después de 50 minutos de regalarnos brillantes solos, armonías y riffs, cargados de equilibradas dosis de sentimiento, pasión, talento y técnica, SGN se retiró aplaudido por el público que ocupó varias de las mesas del bar. Sergio Gustavo Nader es un músico que indudablemente merece tener un mayor reconocimiento; estoy seguro de que todos los que lo vimos por primera vez en vivo habremos pensado algo parecido al observarlo tocar: “Este tipo es realmente bueno, este tipo mata”.

En segundo lugar tocó Caravana de Almas, agrupación formada en 2009 que se enrola de lleno en el stoner rock, con mucha influencia del rock duro y psicodélico de los años ‘70s, citando como referentes a Black Sabbath, Kyuss, Los Natas y Pappo’s Blues, entre otros. Era la primera vez que los veía en vivo y debo admitir que me sorprendieron gratamente. Oscuras, pesadas y rockeras composiciones como “Transmutado”, “La salud de los enfermos”, “Donde vuelvo” y “Mis demonios”, entre otras, lograban hacer sacudir la cabeza y los pies a quien los escuchaba. Pasajes densos y climas que oscilaban entre la psicodelia y lo opresivo (sin llegar al doom) eran generados por afinaciones bajas, riffs y bases con sabor a primitivo rock duro.

En cuanto a lo instrumental, los tres componentes de Caravana de Almas se lucen en su función: Gonzalo Usart aportando precisión y buen golpe tras los parches, el bajista Leo Schofs marcando con sus dedos el áspero camino desértico por el que debe transitar la caravana, y Emanuel definiendo la orientación rockera con su voz y su guitarra.

Caravana de Almas es un grupo a tener en cuenta no solamente por aquellos que curten el stoner, sino también por los que saben apreciar el buen rock de antaño, cuyo eco puede percibirse en propuestas de este estilo.

Finalmente, El Vasco se encargó de clausurar la jornada. Subidos al vértigo del rock duro y del heavy metal más tradicional de raíz ochentera, los liderados por el guitarrista Vasco Urrestarazu demostraron una vez más que en vivo son prácticamente imbatibles. Una imagen genuina acompaña a la pureza de la música, cimentada sobre bases duras y con mucho protagonismo por parte de las violas generando melodías, orientando el rumbo de la banda.

En esta ocasión El Vasco ofreció un repertorio íntegramente conformado por temas propios, sonando así “Rock de tus calles”, “Caminando solo en la noche”, “Luz de Abril”, “Ángel del Dolor”, “Vida para mirar”, “A vivir”, “No voy a parar”, etc.

También hicieron un par de temas nuevos, uno de ellos titulado “Un loco”, que seguramente integrarán la futura producción discográfica de El Vasco.

Lamentablemente en esta oportunidad tocaron un poco menos que otras veces, debido a que el vocalista Nacho Villalba sufría de malestar en su garganta (algo habitual en un invierno húmedo como el que nos toca). De todas formas llegaron a redondear los 45 minutos de actuación y aunque ésta vez faltaría el habitual cover de Accept o de U.D.O., la elección de “Pensamientos Duros” fue inmejorable al momento de cerrar el show, con la adrenalina bien alta.

Una noche para el recuerdo, de esas que se comparten entre amigos y cervezas, unidos por el rock y por el metal. San Nicolás tiene una rica historia en cuanto a exponentes de música pesada. Esa noche parte de esa historia se dio cita en el centro rosarino.

*Todas las imágenes fueron obtenidas de sitios oficiales de las bandas y de los músicos.