jueves, 12 de marzo de 2009

Demoledor Festival XLI

Rosario. Fecha del evento: Sábado 21 de febrero de 2009. Edición N° 41 de este ya tradicional festival rosarino, con variadas propuestas artísticas, todas ellas, en mayor o menor medida, de extracción metálica. A continuación, la crónica de lo acontecido esa noche.

Minutos después de la medianoche, Rise & Shine hizo su debut en vivo. Esta nueva agrupación está encabezada por Santiago Sietecase, quien fuera vocalista de ScareCrow hasta su disolución. Su estilo es bastante particular, en un principio a varios nos resultó algo desconcertante, pero a medida que pasaron las canciones pudimos apreciar cierto hilo conductor que le da coherencia a su propuesta. Digo esto porque su música es un combinado de estilos en la cual pueden apreciarse pasajes stoner y groovetoques pop, vocalizaciones grind y mucho contenido experimental. Incluso el frontman hace algunos arreglos con flauta traversa que extrañan un poco pero que suman a fin de cuentas a la identidad que pretende lograr Rise & Shine. En temas como “El lugar” o “Mono interno”, pueden percibirse algunas de las sensaciones que la banda transmite: oscuridad, angustia, desesperación, desolación. Habrá que ver como evolucionan, pero por tratarse de terrenos sonoros poco explorados en estos pagos, el saldo de esta primera actuación ha sido positivo.



En segundo lugar, la oscuridad y la blasfemia se hicieron presentes de la mano de Osterek, grupo local que practica un black metal crudo y agresivo, al estilo noruego, con una marcada influencia de Burzum (la primera etapa), de quienes hicieron algunos covers, como “Lost Wisdom” (pueden apreciarlo en el video de abajo) y “War”. Con una imagen definida a la vieja escuela, un sonido denso por momentos y sumamente agresivo en algunos pasajes, Osterek representa un digno exponente de un estilo que si bien aún lucha por afianzarse en esta zona, cuenta con seguidores legionarios y genuinos. Uno de los puntos más altos de su set fue cuando invitaron a cantar al vocalista de Culto Macabro para realizar justamente un cover de dicha banda rosarina, muy festejado por los blackers que se encontraban en el recinto.



Euphemya había atraído mucha gente a las instalaciones de El Sótano. La propuesta de rendir un homenaje al Nightwish clásico (o sea, a la formación que contaba con Tarja Turunen en la voz) resultaba más que atractiva, aunque también se trataba de un paso ambicioso y riesgoso para una banda con poco rodaje en vivo. Pero como en el potrero se ven los cracks y en la arena los gladiadores, Euphemya equilibró errores y problemas técnicos con un as bajo la manga: su vocalista Melani Hess. Dueña de una gran voz de corte lírico, aportó una interpretación cuidada pero sin caer en la imitación, imprimiéndole un toque de personalidad a la misma. El resto de la banda cumplió con lo suyo, aunque algunos acoples y desperfectos empañaron el lucimiento instrumental. Tampoco los ayudó el hecho de contar dos guitarras para hacer estos temas, ya que por momentos se superponían “ensuciando” el sonido de las canciones. Entre los temas que hicieron hubo clásicos como “The Kinslayer”, “She Is My Sin” y “Nemo”. 
Euphemya aún tiene un camino por recorrer, ya sea reforzando este tributo o empezando a componer sus propias piezas musicales, proceso que seguro se dará naturalmente a medida que se vayan fogueando sobre las tablas.



Llegó el turno de Mental Disease, otra de las bandas rosarinas que mayor crecimiento ha mostrado en los últimos meses. Ésta era su última presentación antes de ser soportes de As I Lay Dying en su primera visita a la Argentina, motivo que llenaba de expectativas tanto a los músicos como a los fans que fueron esa noche a apoyarlos. Para demostrar el crecimiento de Mental Disease y su llegada al público sirve como ejemplo el hecho de que había algunos que coreaban las melodías de sus temas, entre los que figuraban “Take my fears”, “No mercy for the fools” o el propio “Mental Disease”.



Mental Disease suena cada vez más compacto como grupo y las guitarras siguen siendo uno de los puntos fuertes de su performance en vivo, con la dupla Luján/Meier disparando riffs y solos. Llegando al final de su set, sacudieron cabezas con “Pinball Map”, cover de In Flames que habitualmente tocan en sus conciertos.



Ya con poca gente en el local, Scream For My Soul se encargó de clausurar el festival. Con una imagen emo-core, este cuarteto debutaba en vivo, enmarcándose dentro de un crudo deathcore, bastante agresivo por momentos. Hicieron temas propios, en los cuales se destacó la destreza del guitarrista Leo, quien no le huye a los solos, adoptando por momentos una actitud a lo “heavy de la vieja escuela”. 
Scream For My Soul representa una propuesta diferente, que si bien carga con un sonido metálico, está más emparentada visual e ideológicamente a otras escenas.

  • Todas las imágenes aquí publicadas fueron tomadas de los sitios oficiales de las bandas y los músicos.




4 comentarios:

  1. Gracias por la reseña capo!


    Soy la cantante de Euphemya...


    Esperemos que la próxima sea mejor!



    Auf Wiedersehen



    Mel

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  2. las bandas under , son de izquierda,a todos los recitales que fui a ver sonaban como el orto, y ni siquiera saben tocar un instrumento

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  3. las bandas under no tienen criterio!!!!

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