Rosario. Fecha del evento: viernes 13 de marzo de 2009. Viticus visitaba nuevamente nuestra ciudad, en esta ocasión presentándose en el teatro Mateo Booz ante una moderada concurrencia de entusiastas seguidores. Ya con los temas de su más reciente placa “Viticus III” mucho más asentados y conocidos por los fans, la velada rockera prometía ser de lo mejorcito dentro de este primer trimestre del año. Así fue.
Ingresé al lugar cuando La Petaka de Mozart finalizaba su set. Antes había tocado La Manto Negro. A las 23:30, Viticus salió a escena arremetiendo con el clásico de Riff “Necesitamos más acción”. A continuación tocaron temas del último disco intercalados con otros de sus trabajos anteriores y más himnos de Riff; así fueron sucediéndose “La Autopista”, “Un Legendario”, “Voy a pasar a buscarte”, el blues “El Gallo”, el heavy “Sr. Rock and Roll”, “Sordidez”, “Ruedas de Metal”, etc.
Esta sala teatral no es demasiado grande y habitualmente no recibe espectáculos de rock. Viticus sin embargo es una banda que se adapta a cualquier tipo de escenario y aquí volvió a demostrarlo, desparramando talento, clase, profesionalismo y jerarquía, además de aportar diversión y la nostalgia de escuchar en vivo composiciones de Riff. Una vez más es necesario mencionar la gran coordinación existente entre los 3 guitarristas y el plus de contundencia que aporta el nuevo baterista Pancho Isola en la base rítmica que conforma junto al legendario Vitico. Si bien para ser justos se debe ser redundante y decir que “la figura” es la banda, es digna de destacar la labor de Ariel “Arito” Rodríguez, quien se lució aportando virtuosismo en los solos, arreglos con slide y mucha naturalidad para tocar y cantar blues; así lo hizo en las canciones “Mabel” y “Crossroads” (cover de Robert Johnson).
Para cerrar, el infaltable “Mucho por hacer”, en una espectacular versión extendida, sacudió a los leales rifferos que se acercan a cada recital de Viticus, manteniendo viva la llama de los ‘80s. A pedido de ellos y de los nuevos fans, hicieron a modo de bis “Susy Cadillac”, culminando el concierto con el público ovacionando de pie y con los 5 músicos despidiéndose con una reverencia, agradecidos.
Quien haya tenido oportunidad de presenciar algún recital de Viticus sabe de todo lo antedicho. La categoría de esta agrupación desafía la mediocridad generalizada en el ámbito rockero argentino de alcance masivo. Estos tipos tocan rock genuino, con matices que van desde el rhythm & blues hasta el hard rock, pasando por el southern rock. No hay mucho más para agregar, simplemente fue otra gran performance de una agrupación que se abre paso disco a disco con una fórmula eficaz: una digna vuelta a las raíces de esta música rock tan bastardeada en la actualidad.
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