jueves, 20 de mayo de 2010

Ian en El Sótano


Rosario. Fecha del evento: viernes 7 de mayo de 2010. Los aficionados al heavy metal estuvieron de parabienes. La agrupación liderada por Mario Ian se presentó en El Sótano junto a bandas de Rosario y alrededores. Un gran marco de público enalteció esta fecha (alrededor de 300 personas), la cual transcurrió en un sano ambiente de hermandad y pasión por el metal.



15 minutos antes de la medianoche, Yten volvió a la carga con una formación totalmente renovada. Tras más de un año de ausencia en los escenarios, el ahora cuarteto descargó una potente dosis de heavy/speed metal con toques thrash. Tocaron temas propios como “Ruidos Molestos” y “El Aguante”, la versión metálica del tango “De puro curda” y los covers “Ideando la fuga” (V8) y “En las calles de Liniers” (Hermética).
Sorprendieron gratamente con el cover de la ya desaparecida banda rosarina Lovos, de quienes hicieron “Sangre o vino” junto a su cantante como invitado. A puro machaque volvió Yten.



En segundo lugar, Pontiac dio un enérgico show, definiendo actualmente su estilo dentro de un hard rock/traditional heavy metal de corte ochentero, con mucha melodía y estribillos pegadizos. Tocaron temas propios como “Tómalo” y “Perdiendo el control”, más los covers “El Laberinto del Minotauro” de Tierra Santa y “Paradise” de Stratovarius. Merecidos aplausos para Pontiac.



Cruzada presentó su renovada formación, con una nueva base rítmica muy heavy que demostró estar a la altura de las circunstancias. Mostrándose fieles al sonido clásico que los caracteriza, tocaron canciones propias como “Necesitas estar bien” y “Buscando rumbos”, además de un par de covers habituales en su repertorio: “The Evil That Men Do” (Iron Maiden) y “Deal with the Devil” (Judas Priest).



En esta ocasión, el sonido de la guitarra de Leonardo Godoy se escuchó con nitidez, pudiendo apreciar en todo su esplendor las bases y los solos de guitarra ejecutados con sentimiento. Cruzada sonó compacto, prolijo; demostró firmeza para encarar esta nueva etapa.

Desde Villa Gobernador Gálvez una ves más arribó Guillotina, para presentar con entusiasmo un arsenal de covers de metal en castellano (solamente hicieron un tema de su autoría). Así sonaron “Parcas Sangrientas”, “Cautivo de un sistema” y “Destrucción” (V8), “Olvídalo y volverá por más” (Hermética), junto a dos clásicos de Barón Rojo: “Los rockeros van al Infierno” y “Casi me mato”, este último con la participación de Muxgo (cantante de Pontiac) como invitado.




Tempestad apostó a composiciones propias durante el primer tramo de su breve actuación, para después rematar con covers de Hermética y Malón: “Robó un auto”, “Predicción” y “Sobaco ilustrado”. Con una afinación más grave han logrado un sonido más contundente y equilibrado, compatible con su aguerrido estilo.



A las 3:45 Ian pisó las tablas. Antes de describir lo que fue el concierto es conveniente mencionar que Mario Ian no es el único músico de renombre y trayectoria en el grupo que lleva por nombre su apellido. Se trata de un verdadero seleccionado de grandes valores del metal argentino, a saber: el citado Mario Ian en voz (Alakrán, Hellion, Devenir, ex Rata Blanca), Sergio Berdichevsky en guitarra (Nativo, ex Rata Blanca), José Velocet en guitarra (Velocet), Germán García en bajo (Irreal) y nada más y nada menos que Gustavo Rowek en batería (Nativo, Solodolor, ex Rata Blanca, ex V8).



Abrieron con “Naciste para ganador”, track N° 9 de “En Tiempos de Redención”, disco debut de Ian que esa noche fue interpretado en su totalidad. Las 300 personas que le dieron un gran marco al evento pudieron apreciar a una agrupación sólida, muy ajustada y poderosa.


Siguieron con “Héroes sin nombre”, “Fuera de control” y “Más allá del bien y el mal”. Mario Ian conserva intacta su voz, desplegando poderosos matices cuyo timbre remite al estilo de Rob Halford. En cuanto a los músicos, todos andan muy bien en lo suyo; Berdichevsky ejecuta correctos solos sobre las pesadas bases, mientras Rowek se roba todas las miradas gracias a la precisión de sus golpes, demostrando su vigencia como baterista, causando emoción y nostalgia al ver a un histórico tocar a ese nivel. El estilo de Ian es un heavy metal moderno que combina inteligentemente elementos de la vieja escuela con influencias actuales, con reminiscencias al sonido de la banda de Ozzy Osbourne.



“Nación Anticristo” es una canción con una letra particular. Si bien muchas de las canciones de Ian dejan traslucir un mensaje emparentado con la fe cristiana, se advierte una ácida crítica a la religión organizada y a la institución erigida por el catolicismo. En el caso de este tema la crítica queda representada en la maravillosa idea que tiene el protagonista de la letra del mismo: construir bombas para destruir el Vaticano en el nombre del dios que dicen representar.
También hicieron un par de temas nuevos, uno de ellos titulado “Nuevo Orden”, que serán incluidos en su segundo trabajo de estudio.



Otros temas del disco que sonaron esa noche fueron “Pacto por tu libertad” y “En mi nombre”, aunque el momento más esperado por los fans llegó cuando interpretaron temas de Rata Blanca del disco “Entre el Cielo y el Infierno”, único full-length que registraron con Mario Ian como frontman. “Sombra Inerte del Amor” descargó poder y emotividad, mientras que la pesadez sacudió nuestras cabezas con “Obsesión” y “Bajo Control”. Los músicos se retiraban del escenario entre aplausos pero aun faltaba más.
Volvieron para los bises y ejecutaron el tema-título “En Tiempos de Redención”, para después clausurar su gran actuación con “Vagabundear”, clásico absoluto de Alakrán que fue cantado tanto por metaleros como por hard rockeros, presagiando la inminente vuelta de Alakrán a los escenarios.

Fue una noche positiva no solamente por el desempeño de los grupos, sino también por la respuesta del público y el clima de hermandad metálica que se vivió entre la gente. Ojalá esta situación se repita más seguido.


* Todas las imágenes fueron tomadas de sitios oficiales de las bandas y de los músicos.

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