martes, 15 de diciembre de 2009

Viticus sacudió al Willie Dixon: la mejor banda de rock de la Argentina pasó por Rosario


Rosario. Fecha del evento: viernes 4 de diciembre de 2009. Sí señoras y señores, una vez más es necesario reivindicar a Viticus. ¿Por qué? Porque en un país donde la palabra “rock” ha sido bastardeada hasta tal punto que se la alejado de lo fundamental, la música, Viticus marca el camino a seguir, el cual no tiene nada de novedoso; simplemente se trata de la esencia pura, que se impone con autoridad por sobre la preocupante mediocridad imperante en el mercado musical que difunden los grandes medios. A continuación, la crónica de la jornada en el boliche de Suipacha y Güemes.



Entre al Dixon minutos antes de la medianoche, cuando Simplises estaba finalizando su actuación como primera banda de apertura. Llegué a escuchar algo de su prolijo pop/rock desplegado en un repertorio que además de temas propios incluyó el cover de Soda Stereo “Entre caníbales”.

En segundo lugar se presentó La Huida, quienes, tras proyectar en la pantalla gigante del local un video que mostraba una detonación nuclear, no ofrecieron demasiado para destacar, cediéndole el protagonismo a su “hinchada”, obsequiándole banderas con la simbología del grupo.

Proveniente de Los Surgentes, provincia de Córdoba, La Ferrock se mostró más sólida y con un desarrollo más parejo e integral en el aspecto instrumental, exponiendo temas propios y el cover de Divididos “Ay, que dios boludo”.



Triple G fue la última banda invitada en tocar, siendo la única que realmente tenía afinidad artística con el acto principal. Hacía mucho que no los veía en vivo y noté que, aunque siguen enfocándose en un hard rock de fuertes raíces setenteras, la formación nuevamente había cambiado. La base rítmica fundadora permanece firme con el “Pelado” Glizé en el bajo y su hijo Matías en la batería, ellos son los máximos responsables de la contundencia que demuestra Triple G en directo. Ahora encontramos en guitarra a Charly Balbi y en voz a Lucho Galiotti.
Durante poco más de media hora tocaron canciones propias como “Esclava del Rock”, “Hombre Normal” y “Sigo Buscándote” (track-título de su disco debut), además de un tema nuevo. También se dieron el gusto de interpretar algunos covers de bandas que los han influenciado: “Back In Black” de AC/DC, “Immigrant Song” de Led Zeppelin y uno de Deep Purple (creo que se trataba de "Maybe I'm a Leo").


El nuevo vocalista fue de menor a mayor y si bien posee cualidades, da la impresión de que todavía le falta soltura sobre las tablas. Por su parte, Charly Balbi se roba gran parte del espectáculo sin necesidad de demostrar virtuosismo, solamente ejecuta con gran precisión cada base, maneja los tiempos de cada riff, balancea sobriedad y pasión en los solos. Sin dudas, Triple G ha encontrado en él al guitarrista indicado.



Aproximadamente a las 2:30, Viticus se adueñó del escenario del Willie Dixon y arremetió con “Rayo Luminoso”, sexto track de “Ruedas de Metal”, inolvidable primer álbum de Riff. La banda arrancó en plena forma, sonando nítida y ajustada, con el legendario Vitico, enfundado en una campera de cuero, cantando y caminando en círculos mientras tocaba el bajo.
El recital prosiguió con “Voy a pasar a buscarte”, “Un Legendario”, “El Gallo”, “Busco otra forma” y “Mabel”, entre otros, material incluido en las 3 placas de estudio de Viticus, intercalado por clásicos de Riff como “No obstante lo cual” y “Sordidez”, muy festejado por rockeros y heavys presentes.


Uno de los atractivos de Viticus es la diferencia de estilos que existe entre los 3 guitarristas que integran el grupo y lo bien que éstos se complementan. Mientras que Nicolás Bereciartúa se limita solamente a su instrumento, su primo Sebastián cumple un destacado rol vocal. Promediando el concierto toma mayor protagonismo el tercer guitarrista Ariel Rodríguez, poniéndole voz a temas como “Sr. Rock and Roll”, un tema bastante heavy que homenajea a Pappo en el cual adquiere mucha relevancia el baterista “Pancho” Isola, y “Hoochie Coochie Man”, un cover de Willie Dixon en una versión similar a la que realiza The Allman Brothers Band.


Con buena parte del público encendido saltando frente al escenario, el tramo final llegó primero con un par de rock and rolles puros y bailables como “Esta noche hay rock and roll” y “¿Por qué te vas?”, seguidos por la rutera “Mi nuevo Chevrolet”, para después desembocar en una seguidilla que desató la euforia de todos nosotros, acérrimos rifferos: “Mucho por hacer”, “Sube a mi Voiture” y “Macadam...3...2...1...0”. Una hora y media de recital culminaba y la satisfacción era total. Viticus lo había hecho otra vez.


Se pueden analizar más aspectos de un show de Viticus, pero sería repetitivo. La cuidada calidad, la honestidad y la pureza de su rock exigen necesariamente una cosa: que aquel que guste de esta música vaya a verlos en vivo cuando tenga la oportunidad.
Aprovecho la ocasión para señalar una cuestión que dio que hablar durante las últimas semanas: Viticus era indudablemente la banda indicada para telonear a AC/DC en el estadio de River Plate (los australianos tocaron el 2, el 4 y el 6 de diciembre), ya sea por tanto por afinidad musical como por aclamación popular. Lamentablemente no fueron tenidos en cuenta para dichos conciertos, pero bien vale el reconocimiento de la gente que los pidió hasta último momento. Así como también es muy digna la actitud de Viticus de apretar los dientes, tocar, tocar y seguir tocando. De eso se trata después de todo. Larga vida a Viticus... Que sea Rock!!!


* Todas las imágenes aquí publicadas fueron obtenidas de los sitios oficiales de las respectivas bandas.

2 comentarios:

  1. Muy buena tu reseña del show, sobre todo por defender al "verdadero rock & roll", genero que es usado para encuadrar cualquier cosa, y que ha sido motivo de largas charlas, entre birras y fernet.
    Un abrazo

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  2. Muchas gracias por la nota!
    Estamos armando un nuevo show para comenzar a presentar muy pronto.

    saludos...
    Andrés - simplises

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