Rosario.
Fecha del evento: sábado 3 de septiembre de 2011. Un día que será recordado
por todos los aficionados al power metal de nuestra ciudad. Los alemanes Blind Guardian, con más de 25 años de
trayectoria sobre sus espaldas (se formaron en 1984 bajo el nombre de Lucifer’s Heritage), visitaban por
primera vez la Chicago argentina,
congregando a más de 600 personas dentro del recinto ubicado en el barrio
Pichincha. Fue una noche llena de magia, poder y fantasía, en la cual Blind Guardian nos demostró por qué es
considerada una de las bandas más serias y originales del power metal alemán ya
consolidado. A continuación, la crónica de lo acontecido.
A las 22 hs, con una
puntualidad absoluta, Blind Guardian
salía a escena mientras todavía seguía ingresando gente al lugar. Luego de una
intro arremetieron con “Sacred Worlds”, primer track de su último álbum “At
the Edge of Time” (2010). Enseguida le pegaron el clásico “Born in a Mourning
Hall”, seguido por “Nightfall”. La banda estaba en perfecta forma, el sonido
era inmejorable y la algarabía reinaba entre el público.
Para cuando tocaron “Fly” ya estaba claro que Blind Guardian estaba ofreciendo un show impecable, destacándose no solamente el desempeño colectivo, sino también la performance individual de cada uno de los músicos: Hansi Kürsch posee un dominio total del escenario, y con su poderosa voz envolvía a toda la audiencia; André Olbrich, el guitarrista líder, deslumbraba con sus solos, que alternaban velocidad, melodías clásicas y diferentes matices, siempre ejecutados con precisión y sentimiento, perfectamente acompañado por el segundo guitarrista Marcus Siepen; si de precisión hablamos, la base rítmica sostenida por el bajista sesionista Oliver Holzwarth y el baterista Frederik Ehmke no daba respiro, destacándose la contundencia de Ehmke; la banda en directo es completada por Mi Schüren, también sesionista, a cargo de los teclados.
“Valhalla” fue el punto más
alto del concierto; un tema lleno de poder, en el cual el público participó
aportando los batalladores coros, guiados por la prodigiosa garganta de Hansi
Kürsch. Un momento épico.
Al final del tramo regular
del set ejecutaron “And Then There was Silence” en su totalidad, extensa pieza
que forma parte del álbum “A Night at the Opera” (2002), que
en sus más de 14 minutos no aburrió para nada, mérito de la composición e
interpretación de estos músicos teutones, que supieron dotar de matices y gancho a estas largas canciones.
Para los bises dejaron “Imaginations From the Other Side”, “The Bard’s Song (In the Forest)”, en la cual Blind Guardian sacó a relucir su faceta semi acústica, y, finalmente, “Mirror Mirror”, poniendo así el cierre para un show histórico en nuestra ciudad. Algunos podríamos haber extrañado a “Majesty” en el setlist, pero después de una hora y 45 minutos de tan intenso y magnífico concierto, no había nada que reprochar.
En cuanto a importancia, esta presentación de Blind Guardian en Rosario puede equipararse al concierto que brindara Helloween en el Teatro Broadway, allá por septiembre de 2003. El desenlace fue similar: cientos de fanáticos volvieron a las calles eufóricos, felices tras haber vivido otra jornada histórica transitando el camino del metal.
*Todas las imágenes fueron tomadas del webzine Rosario Suburbano
Pueden ver la cobertura hecha para el programa televisivo "Puro Metal" haciendo click aquí
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