martes, 10 de noviembre de 2009

Somber en El Sótano: la efectividad del thrash sueco

Rosario. Fecha del evento: sábado 24 de octubre de 2009. Con moderada expectativa por parte del público metalero local, esta banda oriunda de Gotemburgo llegaba a Rosario en el marco de su primer tour sudamericano. Finalmente, superaron dichas expectativas y nos brindaron un show memorable a los que esa noche nos arrimamos a El Sótano.

Exactamente a la medianoche, Chaostage fue el primer grupo invitado en subir a tocar. Son cultores de un hardcore punk sin demasiadas pretensiones: simple, contundente, directo. Chaostage cuenta con algunas caras conocidas dentro del ambiente del metal rosarino, como son Francisco Muzzo (baterista de Distopía) y Gabriel Zubiri (bajista de Biodroid). Hicieron temas propios y algunos covers, uno de ellos con un par de invitados en las voces. En pocos días, participarán de la segunda fecha internacional de su corta existencia: serán uno de los grupos teloneros de Agnostic Front y Madball, nada más y nada menos.


Ocupando el segundo lugar de la grilla, desde Buenos Aires llegaba The Evil Dead para ofrecer su heavy metal con matices extremos y rockeros, acompañado de una temática fiestera/cervecera. Durante aproximadamente 40 minutos, desplegaron un set compuesto por canciones propias, algunas de las cuales se encuentran en su EP “Ex Nun on The Run”. En esta ocasión mejoraron bastante la impresión que habían dejado en 2007 cuando fueron uno de los grupos soporte de Napalm Death, también en El Sótano, sonando mucho más prolijos y ajustados, ganándose los aplausos de un público que los escuchó con respeto.


Básicamente, The Evil Dead suena en vivo con un estilo NWOBHM pero con vocalización extrema e impronta rockera, combinación que por momentos suena algo forzada. Creo que su música podría explotar mejor su potencial utilizando voces más limpias y tradicionales, en lugar de estribillos con voces en la vena de Amon Amarth y Einherjer. Los 3 vocalistas se reparten los solos y despliegan algunas armonías a lo Iron Maiden, mientras que la labor de la bajista Lucía Velarde es destacada, tanto en la ejecución del instrumento como en la actitud.


Por su parte, Raza brindó una contundente demostración de hardcore y groove metal, tocando temas propios y un cover de Pantera. Promediando su actuación invitaron a cantar con ellos a Pablo Calabresi, ex vocalista de Mental Disease. Una vez más, quedó demostrado que los puntos fuertes de Raza son los riffs y las pesadas bases. Ojalá puedan plasmar todo el trabajo demostrado en directo en su nuevo demo próximo a editarse.


A las 2:30, Traxión Etílica salió a escena a mostrar lo suyo, abriendo con “Identidad”, séptimo track de su disco “Búsqueda Incansable”. Siguieron con el tema nuevo “Odio y dolor” y después con “Escoria”, “Creer”, “Esclavo”, “Historia repetida” (también nuevo), entre otros.


Los metaleros presentes escucharon respetuosamente la presentación de Traxión Etílica, agrupación local que a fuerza de perseverancia sigue adelante y continúa recorriendo las rutas llevando su música hacia distintos puntos del país. Se despidieron con un clásico de su repertorio: “El Témpano”, particular cover de la canción de Adrián Abonizio popularizada por Juan Carlos Baglietto.


Exactamente a las 3 a.m., Somber pisaba las tablas. Los thrashers de Gotemburgo enseguida arremetieron con cortes de “The Black Machine”, su único full-length hasta el momento. Quedaba claro de entrada que estábamos ante una banda muy profesional en vivo.


A pesar de la desventaja que supone salir a tocar con un guitarrista menos dentro de la formación regular (faltaba Andreas Henriksson, quedando Carl Fritzell como único violero), esto no afectó para nada el desempeño de Somber, cuyos músicos ostentaron la capacidad de descargar riffs precisos y bases bien pesadas, enmarcándose en un thrash metal moderno muy al estilo de sus compatriotas The Haunted (también de Gotemburgo), aunque ellos además acusan una fuerte influencia de Exodus y Testament. Entre los temas que hicieron estuvieron el tema título “The Black Machine”, “Havoc and Empty Holes”, el rockero “Whiskey and Brew” (en una onda Black Label Society), “Red Wine”, etc., y desataron un contagioso pogo cuando interpretaron la canción más emblemática de Slayer: “Raining Blood”.


En cuanto a lo escénico, Somber se mostró firme, con el enorme bajista Björn "The Bear" Rehnqvist derrochando actitud y haciendo los cuernitos y con Pontus Dahlström cumpliendo una gran labor como frontman arengando constantemente, haciendo headbanging, e inclusive lanzándose al pogo sobre el final del concierto. Un dato no menor: durante 2005 y 2006, Somber permaneció 16 meses en la escena californiana tocando constantemente y viviendo de la música. Una experiencia que han sabido capitalizar a la hora de encarar un tour y mostrar su música en vivo eficientemente.


Entre aplausos por parte de la audiencia (lamentablemente no muy numerosa) y después de hacer un par de bises, Somber se despidió redondeando 50 minutos de intenso thrash. Una muy buena banda de una escena prolífica como es la escena sueca acababa de dejar su pequeña huella en Rosario. Una huella impregnada de talento, frescura, carisma y agresividad. Además, queda la esperanzadora sensación de saber que Somber todavía no ha alcanzado su techo.


* Todas las imágenes fueron obtenidas de sitios oficiales de las bandas y de los músicos. No todas las fotografías pertenecen al concierto en cuestión, sino que fueron publicadas solamente a modo ilustrativo.

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