martes, 29 de junio de 2010

Virgin Steele en Buenos Aires: concierto épico e histórico en El Teatro de Flores


Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fecha del evento: sábado 19 de junio de 2010. Por primera vez en 30 años ininterrumpidos de carrera, Virgin Steele pisaría suelo sudamericano, y el lugar elegido era El Teatro de Flores, ubicado en la zona centro-oeste de la Ciudad de Buenos Aires. Formada en Long Island, Nueva York, en el año 1981, la banda no haría otras presentaciones en Sudamérica, lo que daba un carácter único a la fecha, una cita que muchos fanáticos del heavy metal tradicional ochentero no podían dejar pasar. El evento, organizado conjuntamente por el Metálica Zine e Icarus Music, contó con la actuación de cuatro agrupaciones invitadas, cuya participación fue un auténtico reconocimiento a la trayectoria y a la perseverancia de músicos que vienen batallando desde hace años en la escena under nacional. A continuación, la crónica de una jornada inolvidable, la noche en la que Virgin Steele encendió su llama en Sudamérica.


Malacara

Minutos pasadas las 17 hs., mientras los músicos de Virgin Steele finalizaban su sesión de autógrafos con los fans en una sala contigua, Malacara pisaba las tablas para ofrecer una enérgica descarga de heavy metal tradicional de corte ochentero. Afianzados en su formación de trío, tocaron un puñado de temas propios, entre los que recuerdo uno llamado “Para aquellos que están en el metal”.

Jorge Chiossoni


Es para elogiar el sentimiento que estos muchachos demuestran al tocar, algo que lograron transmitir a la gente, que observó con entusiasmo el show y los despidió con aplausos. Malacara cerró su actuación interpretando el clásico de Barón Rojo “Resistiré”.



Ocupando el segundo lugar de la grilla y representando a Rosario, Trident marcó un nuevo hito en sus 16 años de carrera. Si bien en los últimos años hubo algunos ejemplos, no es habitual que agrupaciones rosarinas participen de este tipo de eventos. Trident se dio el gusto y estuvo a la altura de las circunstancias, gozando de gran aceptación por parte del público.

Hugo Brasesco y Nahuel Cengarle

Héctor Solano e Ismael Scapín

Abrieron con “El Herrero”, tema emblemático de su primer disco “De Fuego y Acero” (2002), que personalmente me provocó una gran emoción volver a escucharlo en un contexto tan diferente a los entrañables antros en los cuales conocí a Trident y comencé a transitar el maravilloso camino del under metalero. Siguieron canciones de sus últimos lanzamientos “Guerreros de Turno” (2006) y “Elric El Albino” (2009): “Mesías del Metal” fue entonado a dúo por el cantante principal Héctor “Chicholo” Solano y el tecladista Ismael Scapín, dueños de matices vocales diferentes que se complementan muy bien en vivo; “La única puta que paga” mantuvo la intensidad a fuerza de poderosas bases e hirientes melodías ejecutadas por las guitarras gemelas de Ernesto Cengarle y Hugo Brasesco, pero al promediar “Aliados de Nadie” debieron interrumpir el show por un par de minutos para corregir inconvenientes técnicos.

Ernesto Cengarle e Ismael Scapín


Retomaron con todo tocando “Sutiles Corsarios” y remataron con la épica “Leones y Hombres de Honor”, una de las canciones más festejadas por la audiencia. El cierre, fue con un cover de una de sus principales influencias: “Blood of my enemies”, de Manowar, cantado íntegramente por Scapín, a esta altura un componente fundamental en la formación de Trident.



35 minutos alcanzaron para que Trident demostrara su identidad forjada en el acero más puro y ganase de esta manera una nueva batalla, al compartir la arena junto a uno de los habitantes más valiosos del “Olimpo Metalero” como es Virgin Steele. ¡Hail Trident!

Pueden ver una crónica de la fecha y la galería de fotos completa (por Julián de la Reta) en Latin Metal


Paranoia

Paranoia salió a escena para arrasar con todo. Enrolados en un aguerrido heavy/speed metal a la usanza de la vieja escuela, con notable influencia de V8, la mayoría de su repertorio estuvo integrado por composiciones propias: “Imperio del Mal”, “Falsedad”, “Asesinos con ley”, “Justicia desigual” y “Luchar para existir”, agresivas canciones a las que Paranoia aportó actitud y credibilidad en vivo, destacándose la labor del cantante Enrique Costilla y los solos estridentes y veloces ejecutados por el guitarrista Gustavo Zárate.

Gustavo Zárate (foto por La Hora de los Condenados)

Enrique Costilla (foto: Latin Metal)

También tocaron un par de covers: “Holy Diver”, de Dio, adaptado a su estilo y “Deseando destruir de matar”, en una versión fiel al original de V8. Un detalle no menor: Paranoia viene batallando desde... 1983!!!


Montreal

El último acto soporte estuvo a cargo de Montreal, banda porteña de heavy metal clásico que viene peleándola desde 1993. Estos cuatro músicos tienen mucha experiencia acumulada sobre los escenarios y ya han participado de eventos importantes, como el año pasado cuando telonearon a Omen. Afortunadamente no tuvieron ningún tipo de inconvenientes con el sonido, por lo que pudimos disfrutar de temas como “No se banca” y “Entre el bien y el mal”, entre otros, éste último enganchado a un fragmento de “Heaven and Hell”, de Black Sabbath, adicionado a modo de homenaje a Ronnie James Dio.

Claudio Vattino

Gustavo Rubén

Montreal es una agrupación sólida con un estilo bien definido, cuyas influencias pueden rastrearse en bandas emblemáticas de los ‘80s y de los ‘70s. El vocalista Claudio Vattino logra el balance justo entre sobriedad y sentimiento a la hora de interpretar una canción, sin caer en exageraciones y dominando con criterio las emociones que transmiten los temas. Del mismo modo, el guitarrista Gustavo Rubén solamente toca “lo justo y necesario”, sin necesidad de caer en el cliché del “superviolero” o de ejecutar solos pirotécnicos. Completando la alineación, encontramos a la base rítmica de Feanor: Gustavo Acosta en bajo y Matías Pena en batería. A modo de adelanto, tocaron un tema que formará parte de su nueva producción discográfica, a llamarse “Adrenalina”. Aplausos para Montreal mientras el telón volvía a cerrarse, el momento tan esperado estaba por llegar.

Fabián de la Torre (foto: Latin Metal)

La gente en El Teatro de Flores (foto: Latin Metal)

A las 20:25, Fabián de la Torre dijo unas palabras previas a la presentación de Virgin Steele. El responsable del Metálica Zine fue el mentor y principal impulsor de este concierto (el año pasado hizo lo propio organizando la visita de Omen), que tuvo como premisa ante todo reivindicar al verdadero metal y a la hermandad que nos une a los aficionados a esta música. El telón se cerró y los metaleros que nos acercamos hasta el local de Flores y ocupamos la mitad de las instalaciones nos ubicamos frente al escenario, muchos invadidos por la ansiedad y expectativa que suele provocar el hecho de estar por presenciar un concierto histórico, de una auténtica banda de culto cuyo nombre está grabado a fuego en la historia del heavy metal mundial.

Virgin Steele en acción (foto por Silvana López)

David DeFeis (foto por Silvana López)

El telón se corrió y allí aparecieron los cuatro responsables de mantener viva a la leyenda: el eterno David DeFeis empuñando el micrófono, el genial Edward Pursino en guitarra líder, Frank “The Kraken” Gilchriest en batería y Joshua Block supliendo la labor del bajo con su guitarra rítmica de siete cuerdas (así es, Virgin Steele no presenta bajista en vivo). Por otro lado, los arreglos de teclado no son reproducidos en vivo, sino que aparecen sampleados cuando la composición lo requiere.



La euforia y la emoción se apodero de todos nosotros cuando sonaron himnos épicos y gloriosos como “Immortal I Stand (The birth of Adam)”, “Kingdom of the Fearless (The destruction of Troy)”, “Through the Ring of Fire” y “A Symphony of Steele”, piezas emblemáticas de la etapa iniciada con la saga de “The Marriage of Heaven & Hell”, en la cual Virgin Steele reafirmó su identidad dentro del epic metal y se permitió acentuar aspectos sinfónicos, dramáticos y operísticos en su música, reuniendo en su propuesta elementos que lo hacían inteligible con algunas pocas bandas de la corriente de power metal tan en boga en aquellos años, si bien Virgin Steele siempre conservó su impronta ochentera y se mantuvo ideológicamente firme en sus valores y convicciones, conservando orgullosamente su status de referente ineludible del true metal junto a otros iconos de distinta relevancia como Manowar, Manilla Road, Angus, Domine, Majesty (hoy llamados Metalforce) y los alemanes Wizard, entre muchos otros.

David DeFeis y Edward Pursino (foto por Luis Sarmiento Pozza)

Joshua Block (foto: Latin Metal)

“Noble Savage” (1986) fue el disco en el que Edward Pursino debutó como guitarrista de Virgin Steele, reemplazando al talentoso Jack Starr. Dicha placa es considerada un clásico tanto por los fanáticos de la banda como así también por todo conocedor del heavy metal ochentero. Cuando tocaron el tema que da título a ese álbum, la magia se hizo presente, el brillo en los ojos de quienes ya superan los 40 años de edad se mezclaba con la pasión indisimulable de los jóvenes que han adoptado como propia a esta música, unidos todos en un mismo coro, simbolizando esa hermandad que solamente el metal puede lograr de manera tan profunda. A esta altura del recital ya podíamos apreciar sobradamente que David DeFeis se encuentra en una gran forma, reproduciendo sin problemas los matices vocales que aplica a las canciones en estudio, con un manejo excepcional de los falsetes, dotando toda su performance de un sentimiento tal que llega a conmover. Pursino es un talentoso guitarrista que no oculta nada, se mueve, gesticula, se posesiona cuando toca sus solos, disfruta al máximo y eso se nota. Pero ninguna banda es lo suficientemente poderosa si no tiene un baterista descomunal a sus espaldas, y Virgin Steele lo tiene a Frank Gilchriest, dueño del típico golpe de doble bombo americano, que no da respiro cuando los pasajes musicales ganan en velocidad; teniendo en cuenta sus cualidades tras los parches, no es casualidad que también haya sido escogido por los legendarios Riot para grabar su último material de estudio “Army of One” (2006). Además, tanto Pursino como Gilchriest se lucieron al momento de hacer solos con sus instrumentos.

Pursino con la acústica (foto por Silvana López)

David "The Lion" DeFeis (foto por Silvana López)

Promediando el show, poco después de que levantáramos nuestros puños mientras sonaba “Defiance”, David DeFeis se quedó solo en el escenario junto a Edward Pursino, que empuñaba una guitarra acústica. Generando un clima intimista, ambos recrearon tres canciones en formato acústico: "Wings of Vengeance", la clásica balada “A Cry in the Night” y “Gate of Kings”. Toda una delicadeza y una muestra de versatilidad.

Frank Gilchriest (foto: Latin Metal)

Edward Pursino (foto: Latin Metal)

Nuevamente en el formato eléctrico, el tramo final del show de Virgin Steele contó con un sonido mejorado y mucho más balanceado, ya que al principio el volumen estaba demasiado fuerte y no permitía apreciar la cantidad de matices y arreglos que enriquecen la obra musical de Virgin Steele, que merece ser escuchada con la mayor claridad posible.
La gente que asistió al concierto no solamente llegó desde diversos puntos del país, sino que también muchos viajaron desde otras naciones de Sudamérica, ya que había fans de Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú, Chile y Uruguay. Para que semejante viaje y esfuerzo valga la pena, Virgin Steele brindó más himnos épicos y memorables canciones como “Don’t say goodbye”, “The Wine of Violence”, “The Voice as Weapon”, “Dust for burning”, “Through Blood and Fire”, “The burning of Rome (cry for Pompeii)”, todas interpretadas con gran pasión por parte de los músicos, algo que fue retribuido por los fans no solamente con aplausos, sino también con los clásicos cantitos como el típico “ohhh, Virgin Steele, es un sentimiento, no puedo parar...”, sorprendiendo a la banda, que inclusive acompañó con sus instrumentos lo que la gente cantaba, en un ida y vuelta memorable ente el público y los artistas.

Virgin Steele con Gustavo Acosta (foto: Latin Metal)

Tras tocar ininterrumpidamente durante dos horas, se retiraron del escenario por un par de minutos, pero todos sabíamos que volverían para regalarnos algunos bises, y así fue. “Veni, Vidi, Vici” sonó majestuosa, como si nos atravesara un torrente de emociones que representa el coraje de un bravo ejército que avanza decidido a la batalla. Luego tocaron “On the Wings of the Night” y finalmente cerraron con “We Rule the Night”, el track que abre la placa “Noble Savage”, una composición dotada de la más pura esencia del heavy metal tradicional estadounidense o US Metal, ese sonido proveniente de las calles, que en una ciudad como Nueva York podía tomar infinidad de formas. En este último tema contaron con la participación del bajista de Montreal, Gustavo Acosta.

Virgin Steele se despide tras un show inolvidable (foto: Latin Metal)

Nada más podía pedírsele a estos cuatro auténticos caballeros del metal, durante dos horas y media nos demostraron que a pesar de los años y de los kilómetros recorridos, si hay pasión y dedicación genuina por la música, nada puede salir mal. El fuego sagrado, de ninguna manera puede extinguirse del corazón de estos héroes, dignos gladiadores de esta interminable batalla por el metal, hoy como ayer, humildes y honestos, siguen siendo los “guardianes de la llama”. ¡Hail Virgin Steele! ¡Muerte al falso metal!


*Todas las fotografías fueron tomadas de sitios oficiales de las bandas y los músicos, excepto las que se indica lo contrario

miércoles, 23 de junio de 2010

Noche de metal en zona sur: Dislexya sigue arrasando

Músicos de Dislexya, Azotte y Raza De Metal

Rosario. Fecha del evento: sábado 12 de junio de 2010. Lejos de las luces del centro de la ciudad, en la populosa zona sur de Rosario, un festival metalero llevado a cabo en el bar Pool 8 reunió a bandas locales de distintos estilos: Raza De Metal, Azotte y Dislexya, esta última sustituyendo en la grilla a Beliar (aunque dicho grupo haría una breve aparición cerca del final de la jornada). El recital estuvo organizado por la gente del programa radial también denominado Raza De Metal, que se emite todos los viernes a las 22 hs. por FM Radio Estación del Sur (99.9). Además de la posibilidad cierta de que las bandas tengan acceso a un lugar distinto para tocar y de la presentación de propuestas nuevas dentro de la escena metalera rosarina, esta fecha vino a confirmar nuevamente el gran momento por el que está atravesando Dislexya. A continuación, la crónica de lo acontecido.


Dislexya en acción

0:50 a.m. Dislexya subía al escenario a demostrar lo que ya a esta altura le sale naturalmente: tocar death metal de la vieja escuela, cada vez más pesado y agresivo. Estos chicos que son oriundos de la zona sur, arrancaron su set haciendo temas propios, como “Hordas del Infierno en el Paraíso” y “Necrofilia”, en los cuales dieron rienda suelta a riffs brutales, bases y solos veloces, que conforman un sonido poderoso y enfermo, nutrido de las más puras influencias de las bandas de death y thrash de los ‘80s y los ‘90s, con Death como referente máximo, además de Morbid Angel, Cannibal Corpse, Slayer, Sepultura, Possessed, Autopsy, Sadus, etc.
Además de ir puliendo cada vez más su devastador sonido y su presencia escénica, es llamativo ver como en cada presentación Dislexya va incorporando nuevos elementos que enriquecen su propuesta: mientras el guitarrista/vocalista Nicolás Yanco agitaba su cuello y sacudía sus pelos al compás de la música como un auténtico deathrasher, su compañero de headbanging el bajista Pablo “Parca” Ruiz desprendía de su bajo notas cada vez más elaboradas, además ocupar un espacio fundamental al hacer los coros e incluso arengando a través de ellos al público (en ese pasaje me recordaron a la demencial agrupación británica Adorior).
Tampoco faltaron los habituales covers de Death (“Infernal Death”, “Lack of Comprehension”) y de Slayer (“Raining Blood”), muy festejados por todos los metaleros que se reunieron en las mesas del bar a compartir unas cervezas y disfrutar de una noche a puro metal. Tras casi 50 minutos de actuación, los músicos de Dislexya tenían preparada una sorpresa para el cierre: interpretaron “T.N.T.” de AC/DC en la versión que realiza Six Feet Under en su disco “Graveyard Classics” (2000).
Con la mira puesta en seguir progresando y en grabar su primer demo, Dislexya se perfila para dar un nuevo salto cuantitativo y poder, de a poco, darse a conocer a un mayor número de gente. Todos aquellos aficionados al death metal, no se pierdan la oportunidad de verlos en vivo, Dislexya es cosa seria en esta escena.


Azotte

En segundo lugar, Azotte ofreció una prolija performance. Este trío practica un heavy/thrash metal con matices rockeros, influenciado por Motörhead, Almafuerte y diversas agrupaciones thrash nacionales (tocaron un tema que me hizo acordar a Militia). El repertorio estuvo íntegramente compuesto por canciones propias, destacándose “Misterioso Mañana”, “Zona Sur”, “El que calla”, “Génesis Demencial”, “Campo de concentración” y “Sociedad superficial”.
Además de contar con buenos músicos, Azotte despliega mucho entusiasmo en directo. Quizá les convendría enfocar toda su fuerza compositiva hacia el thrash, que parece ser el género en el cual se mueven con mayor soltura, tanto musical como líricamente.


Raza De Metal

Por último, Raza De Metal dio un entretenido show basado en covers. Así fue que tocaron dignas versiones de temas de Metallica (“For Whom the Bell Tolls” y “Fade to Black”), Riff (“La Espada Sagrada” y “Lily Malone”), Judas Priest (“Breaking the Law”), Megadeth (“A tout le Monde”) y Black Sabbath (“Paranoid”). Promediando su set, subieron a tocar los músicos de Beliar (a excepción de su bajista, que fue sustituido por el guitarrista de Raza de Metal); hicieron dos temas: “The Trooper” de Iron Maiden y la composición propia “Sin Salida”.


Raza de Metal terminó su actuación y dio por finalizada esta velada metalera con “La Caja de Pandora”, una canción del grupo español Tierra Santa.


* Todas las imágenes fueron obtenidas de sitios oficiales de las bandas.

jueves, 17 de junio de 2010

Cro-Mags dio un concierto histórico en Rosario


Rosario. Fecha del evento: miércoles 9 de junio de 2010. Desde la prolífica escena hardcore de la Gran Manzana, surgió en 1981 una banda que se posicionó como una de las más pesadas y poderosas de la movida neoyorquina, además de ser una de las que más incorporó el metal a su sonido; de hecho es uno de los referentes del sub-estilo conocido crossover y es considerada una banda de culto por muchos thrashers alrededor del mundo. La agrupación en cuestión es Cro-Mags, la cual tras casi 30 años de historia sigue vigente y girando por el mundo (a veces ha sido encarnada por dos alineaciones paralelas). En el marco de su gira sudamericana, visitaron por primera vez nuestra ciudad, concretando una fecha histórica que se venía postergando desde su cancelada presentación el sábado 4 de octubre de 2008. Compartiendo cartel con Cro-Mags también se presentó Death Before Dishonor, representante del sonido de la nueva escuela hardcore, proveniente de Boston.


Knockout (Foto por Artworkal)

Ingresé al recinto poco antes de la hora 22, cuando ya se habían presentado Manteniendo El Honor, Discarne y Orientación en su show despedida. Afortunadamente, llegué a tiempo para presenciar la gran performance de Knockout, agrupación rosarina que gracias a un sonido excelente pudo lucirse en todo su esplendor. Tocaron un puñado de temas propios, algunos que integran su disco “Cielo en Llamas” (2007) y otros que anticipan su nuevo CD en proceso de grabación.
Más allá de contar con todas las características de una banda del género, Knockout escapa un poco al sonido tradicional del hardcore, incorporando elementos del death y del thrash metal, que dotan de potencia y contundencia a su música, plasmada en devastadoras bases que remiten en su estructura a Entombed y también a lo más moderno de Slayer. No resulta rara la influencia del metal extremo si uno tiene en cuenta que el guitarrista Guido Brizio fue integrante de Grandma, brutal y demencial exponente grindcore rosarino de principios de la década. Muy bien por Knockout, no hubiese sido desatinado ni sorpresivo si ellos hubiesen tocado antes que Cro-Mags. Dato extra: al otro día, Knockout fue uno de los grupos que abrió para Cro-Mags y Death Before Dishonor en la fecha realizada en la Capital Federal.

Pueden ver la galería de fotos de la actuación de Knockout en www.fotosdebandas.com.ar


Bryan de Death Before Dishonor (Foto por SubPhotography Panamá)

Una de las bandas que más ruido viene haciendo dentro de la siempre activa escena hardcore estadounidense es Death Before Dishonor. Con una década de historia a cuestas, innumerables recitales e incansables giras por distintos lugares del globo, este quinteto oriundo de la zona sur de Boston llegaba por primera vez a Sudamérica y compartiendo cartel con una leyenda absoluta como Cro-Mags.

Bryan de Death Before Dishonor (Foto por SubPhotography Panamá)

Death Before Dishonor ofreció un show en el que desplegó la rapidez y la contundencia de su propuesta, caracterizada por bases hardcore punk tradicionales combinadas con elementos modernos, matices metalcore y deathcore, más algún coro melódico colándose en un estribillo. Algunas de sus influencias: Madball, Blood For Blood, Agnostic Front, Suicidal Tendencies, Pennywise.

(Foto por SubPhotography Panamá)

El público los recibió calurosamente, haciendo pogo, mosh pit y stage diving. La banda respondió interactuando con la gente, mostrando lo mejor que saben hacer durante un set que duró 35 minutos.
Death Before Dishonor dejó una buena impresión. Minutos después aparecería en escena Cro-Mags para dejar una huella imborrable en la historia de los grandes conciertos del underground rosarino.

Pueden ver la galería de fotos de la actuación de Death Before Dishonor en www.fotosdebandas.com.ar


John Joseph en acción (Foto por Artworkal)

23:22. La hora señalada para que Cro-Mags nos reviente la cabeza con su salvaje hardcore/thrash/crossover. Las etiquetas sobran ni bien empieza a sonar “World Peace”. La voz de John Joseph "Bloodclot!" McGeown se oye tan visceral y furiosa como en 1986, año en que se editó el disco debut y obra máxima de Cro-Mags, “The Age of Quarrel”. “Show No Mercy” es una patada en la encía, imposible permanecer indiferente ante semejante demostración de poder.


El Sótano no estaba lleno pero el ambiente era inmejorable, absolutamente todos estábamos disfrutando de una lección de crossover brindada por una de las bandas pilares del estilo. Acompañando a John Joseph, muchas caras nuevas se encargan de mantener viva la esencia de la leyenda. Ya no están más Harley Flanagan, Parris Mayhew ni otros músicos representativos, abocados hoy a otros proyectos musicales, aunque la historia del devenir de la alineación clásica de Cro-Mags es tortuosa, plagada de entredichos, disputas y traiciones.

(Foto por Sebastián De La Cruz, show en Buenos Aires)

Cro-Mags sonó ajustadísimo, demoledor, a puro riff y bases machacantes, con los músicos mostrándose en plena forma ejecutando un repertorio que estuvo basado en el citado “The Age of Quarrel”. John Joseph domina el escenario en base a carisma, fuerza combinada con talento y el oficio adquirido durante tantos años de hardcore. Otro “sobreviviente” de la década del ’80 es Maxwell Mackie Jayson (ex Bad Brains y Leeway, entre otros), un gran baterista que aportó su golpe fundamental para que Cro-Mags sonara aplastante.

(Foto por Sebastián De La Cruz, show en Buenos Aires)

“Malfunction”, su riff pesado y denso ofrecía una pausa en cuanto a la velocidad, pero la agresividad y la intensidad no disminuyeron en absoluto. “Street Justice” y “Survival of the Streets” nos transportaron a la crudeza de la vida cotidiana en las oscuras y mugrientas calles de Nueva York en la década del ‘80, donde no había esperanza ni futuro para una juventud marginal que encontraba en la música pesada una manera de escapar de ese sombrío mundo hostil que a la vez los inspiraba. “Seekers of the Truth” es otra canción ideal para escuchar en directo, su riff thrasher a medio tiempo enseguida nos hizo mover la cabeza siguiendo ese ritmo, semejante al de unos borcegos que pisan fuerte el frío asfalto en la noche neoyorquina.

(Foto por Sebastián De La Cruz, show en Buenos Aires)

John exclamó “Obama is the same as Bush” (Traducción: Obama es lo mismo que Bush) y enseguida Cro-Mags arremetió con “Sign of the times”. Y si bien los ‘80s ya están lejos, los tiempos que corren tienen varios puntos en común con aquella década, por lo tanto no resulta extraño que estas canciones gocen de una abrumadora actualidad.
Sin habernos dado un respiro, el final del concierto llegó con dos clásicos para disfrutar a puro pogo y/o headbanging: “We Gotta Know” y “Hard Times”. No hay mucho más que agregar. 43 minutos fueron más que suficientes para dejarnos esa marca en nuestras mentes que nos deja todo gran recital, evento del cual hablaremos por años, que se comentará en bares y reuniones, disquerías y salas de ensayo. Diremos que una vez Cro-Mags visitó Rosario y nos tiró encima un pedazo de historia; una historia que merece ser escuchada a un volumen brutal.

Pueden ver la galería de fotos de la actuación de Cro-Mags en www.fotosdebandas.com.ar

Portada original de "The Age of Quarrel" (1986)

Felicitaciones a Lucho y a toda la gente de 11.25 Producciones por organizar esta fecha y hacer el esfuerzo para traer a estas bandas. Una última reflexión histórica: muchas veces he mencionado en este blog el término “ochenteridad”, pero al hacerlo no me refiero a un factor estético o a la actitud que una banda posee, más allá de que estos elementos puedan remitirme directamente a la década del ’80. La ochenteridad puede ser algo más profundo, una expresión eficaz y totalmente salvaje forjada en aquellos años, que trasciende al tiempo y a las personas. Esa expresión fue plasmada a la perfección por Cro-Mags en El Sótano al interpretar los temas de “The Age of Quarrel”. Todo lo que llegó a nuestros oídos estaba atravesado por ese espíritu, por el zeitgeist de una era que permanece adormecida, pero que no ha muerto, porque la realidad que le dio vida aun permanece allí afuera, pidiendo ser captada por los artistas/guerreros de esta época que tomarán la posta de aquellos viejos luchadores.


* Todas las imágenes fueron tomadas de sitios oficiales de las bandas y de los músicos, excepto en los casos que se indica lo contrario.