martes, 19 de mayo de 2009

Heaven & Hell en el Luna Park: el fuego sagrado de Black Sabbath jamás se extingue

Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fecha del evento: jueves 7 de mayo de 2009. Me resulta difícil empezar a escribir esta nota. La emoción vuelve a invadirme al recordar lo acontecido esa noche en el estadio Luna Park. Es fuerte estar ante gente que creó y perfeccionó no solamente un estilo de música, sino también un movimiento cultural que permanece con total vigencia hasta nuestros días.
Todo comenzó en la ciudad industrial de Birmingham, Inglaterra. Frank Anthony Iommi Urian, mejor conocido como
Tony Iommi, luego de mutilarse la mano derecha en un accidente en la metalúrgica donde laburaba, dio un giro inesperado a la música. Debió cambiar su manera de tocar, lo cual contribuyó a que la música que componía resultara más densa, oscura y pesada, con riffs aplastantes, introduciendo el Tritón (el SI bemol), conocida como “la nota del Diablo”. Nacía el Metal, porque, más allá de contemporáneos que tienen su gran mérito contribuyendo a dar a luz a este género (Led Zeppelin, Deep Purple, Blue Cheer, Sir Lord Baltimore, Alice Cooper, entre otros), Black Sabbath aporta desde su primer disco los elementos fundamentales que distinguirán al metal en toda su historia.
Uno de los compañeros de
Iommi que ideó gran parte del concepto oscuro de Black Sabbath es Terence Michael Joseph Butler, o sea Geezer Butler, creador de bases y ritmos opresivos que ambientan perfectamente la música del grupo, además de ser el autor de muchas de las letras durante los primeros años de la banda, cuando Ozzy Osbourne era el vocalista.
Vincent Vinny Appice es un gran baterista, de extensa trayectoria y muy reconocido en el medio. Aportó su característico golpe tanto en Black Sabbath como en Dio.
Ronnie James Dio, grande entre los grandes, el duende más poderoso, una de las voces por excelencia del heavy metal. Este hombrecito a los casi 67 años sigue siendo uno de los mejores vocalistas del género. Él fue quien introdujo definitivamente, inspirado en las tradiciones y supersticiones de sus antepasados italianos (su nombre real es Ronald James Padavona), el “malocchio”, la mano cornuta (los famosos cuernitos), el gesto, el saludo típico del metal. Su presencia y dominio escénicos, su carisma interminable, permanecen intactos.
Esta introducción nombrando algunos datos sobre estos músicos solamente viene a ilustrar y reforzar lo que a esta altura todo metalero debería saber: estos tipos son leyendas vivientes, son artistas y a la vez héroes de un movimiento. Y ellos fueron los encargados de brindar, ante un Luna Park colmado, uno de los mejores shows de
metal que pueden apreciarse actualmente en el mundo. Sí señores, durante esa hora y media, los que estuvimos dentro del mítico estadio cubierto presenciamos no solamente parte de la historia, sino una de las mejores ofertas metaleras de los tiempos que corren. Personalmente, asistí a uno de los mejores conciertos de mi vida.
A las 19:55,
O’Connor pisó las tablas y los músicos fueron tocando un tema tras otro casi sin pausa. Ante un público respetuoso pero en su mayoría indiferente, la banda que lidera Claudio O’Connor se despachó con un repertorio compuesto por temas de su último disco “Naturaleza Muerta” y algunos otros de su nutrida discografía; así fue que sonaron “Hasta ser libre”, “Jungla”, “Jardín de la eternidad”, “1976”, “Se extraña araña”, etc. El desempeño fue correcto, la banda sonó ajustada, con el sello de heavy metal/hard rock con matices alternativos y stoner que caracterizan desde hace años a la propuesta de O’Connor. El histórico frontman del metal argentino no ocultó su orgullo de poder participar de esta fecha, declarando en una de sus pocas interacciones con la audiencia que para ellos era un honor tocar antes de “nuestros maestros”. El cierre de su actuación logró sumar las voces de la multitud, ya que interpretaron “Otro día para ser” de Hermética. Aplausos y ahora sí, todo estaba listo para la llegada de “los creadores”.


A la hora 21, con puntualidad inglesa, los músicos de Heaven & Hell fueron ocupando uno a uno su lugar en el escenario mientras sonaba “E5150” a modo de intro. De más está decir que las más de 8.000 personas que estábamos en el Luna Park, con el campo colmado, sentíamos una emoción y euforia imposible de explicar en estas líneas. Sobre una puesta en escena austera pero poderosamente simbólica, que contaba con un fondo que asemejaba a un gran muro metálico remachado, con unas enormes vigas ubicadas a ambos lados de la batería de las cuales colgaban cadenas y con una iluminación sobria, efectiva y climática, esta “nueva” versión de Black Sabbath (en realidad es la misma formación que grabó los discos “Mob Rules” en 1981 y “Dehumanizer” en 1992) dio cátedra. Vinny Appice fue el primero en ocupar su puesto y, caminando tranquilamente, ingresaron Geezer Butler, de riguroso negro con una enorme cruz estampada en su remera, y Tony Iommi, inconfundible con su sobretodo de cuero negro, su vieja y legendaria guitarra Gibson Signature SG y una cruz plateada colgando del cuello. Por último, la gran estrella de la noche, en lo que a ovaciones por parte del público respecta, Ronnie James Dio, un duendecillo con atuendo medieval y dotado de una energía y vitalidad envidiables. El tema de apertura: “The Mob Rules”. El Luna Park explotaba, y eso que el tema sonó un poco bajo en volumen en cuanto a lo instrumental, con la voz de Dio opacando al resto. Pero ese detalle fue corregido en la segunda canción, la emotiva “Children of the Sea”, y a partir de ahí el sonido rozó la perfección (y en varios tramos la alcanzó).
La interpretación de “I” fue magnífica, imponente, con la multitud coreando mientras
Dio dotaba de intensidad y sentimiento cada estrofa, Appice y Butler construían la enorme base rítmica sobre la cual Iommi se movía a gusto con sus riffs bien pesados, arreglos y solos precisos, además de derrochar clase y carisma (a él también se lo pudo ver haciendo los cuernitos). Una vez más sobraban las palabras. Y la “misa negra” recién empezaba.
“Time Machine” mantuvo el brillo del show y estuvo coronado por un solo de batería en el cual Vinny Appice mostró algunos trucos pero sin llegar a entusiasmar del todo. Antes, había sonado el corte de difusión del disco nuevo recientemente editado,
“The Devil You Know”: “Bible Black”. Impresionante, una canción con destino de clásico que en vivo pone la piel de gallina, inclusive mucha gente que aun no la conocía enseguida se copó como si fuera otro de sus gloriosos himnos.
“Fear” fue la segunda de las composiciones nuevas que tocaron. Con un ritmo
doom denso y épico, Iommi se luce en un nostálgico e impecable solo. Luego llegaría una de las que, en mi opinión, es una de las piezas más sublimes de su obra: “Falling Off the Edge of the World”, canción que introduce de lleno a
Black Sabbath en los 80’s, con un sentimiento y poder sumados a una letra que con real sensibilidad anticipa un devenir apocalíptico para nuestro mundo. Observando la decadencia que nos rodea, semejante lírica hoy en día cobra más vigencia que nunca.


“Follow the tears” fue el último que tocaron de su nueva placa. Quedaba poco para el momento cumbre del concierto. “Die Young” es otra composición que rompe las barreras del tiempo, que demuestra una vez más que las grandes creaciones son atemporales, que esto es arte de verdad, que el metal es para siempre! Lágrimas brotan de varios fanáticos, sin importar su edad. La magia está presente y se manifiesta en todo su esplendor con la canción que actualmente le da nombre a la banda: “Heaven and Hell”. Todos unidos bajo un mismo grito coreamos ese tema, en una demostración de poder y pasión absoluta, difícil de transmitir mediante palabras, simplemente heavy metal puro enfervorizando a las huestes metálicas de ayer, de hoy y de mañana. Este tema como era de esperarse se extendió mucho más, con Iommi y Geezer improvisando con destreza y Dio haciendo gala de toda su sabiduría vocal. Verlo al cantante haciendo los cuernitos parado frente a una luz roja que solamente lo alumbra a él en la oscuridad es una imagen que jamás se borrará de nuestras mentes. Nada más para pedir, sin duda ya habíamos recibido demasiado, era el cierre ideal.
Pero aún había más. Luego de una corta ausencia, la banda volvió a escena y tras amagar con un fragmento de “Country Girl” arremetieron con “Neon Knights” para que el campo
estalle en pogo. Ahí si, la despedida definitiva de estos caballeros que sonrientes saludaron al público. Yo desde mi posición en una de las cabeceras, aplaudía de pie como lo hacía todo el estadio. Dio fue el último en irse y se llevó consigo todas las banderas, remeras y demás regalos que le arrojaron los fanáticos, en una muestra de humildad propia de un verdadero grande. Fue exactamente una hora y media “entre el cielo y el infierno”.
Y así terminó esta noche inolvidable. Ojalá pueda repetirse esta visita el año próximo, teniendo en cuenta la gran repercusión que tuvo esta gira y que el nuevo disco recién se acaba de editar y deberán seguir promocionándolo en vivo. De todas formas, el sueño de muchos ya se cumplió y solamente nos queda dar las gracias a Tony Iommi, a Ronnie James Dio, a Geezer Butler y a Vinnie Appice (y por qué no, también a Scott Warren, tecladista que permanece oculto matizando y complementando la performance del grupo). Gracias por tanto metal, gracias por tanta música. Los héroes envejecen con dignidad y hasta el final de sus días transmiten a las próximas generaciones y a los suyos el valor de sus hazañas, siempre listos para ofrecernos un guiño y marcarnos el rumbo como lo hicieron antaño. Eso es lo que está haciendo
Black Sabbath actualmente, con otro nombre pero con la misma esencia, manteniendo viva la llama que ellos encendieron y que jamás se apagará.


*Las fotografías que ilustran esta crónica fueron tomadas por Fernando Serani para Metal Eye Witness y por José Luis García para Rolling Stone.

jueves, 14 de mayo de 2009

Tren Loco presentó "Venas de Acero" en El Sótano


Rosario. Fecha del evento: sábado 2 de mayo de 2009. Una nueva visita de la banda de Grand Bourg a nuestra ciudad, en esta ocasión con un nuevo trabajo editado. Mucha gente se hizo presente para apreciar en vivo los temas de “Venas de Acero” y ver a los grupos teloneros, en una noche signada por propuestas tradicionales y, lamentablemente, mal sonido en el local de Mitre 785.
Ingresé al lugar un rato después de las 23:30, cuando ya estaba tocando LetalMetal, trío proveniente de San Lorenzo, ciudad con gran tradición metalera. LetalMetal reemplazó en la grilla a Metaltron, quienes debieron bajarse de la fecha porque su bajista abandonó la banda. La música que practica LetalMetal puede enmarcarse dentro de un heavy metal con aires rockeros y algunas bases thrashers, con una marcada influencia de Motörhead. Sonaron compactos y ofrecieron temas propios como “Somos culpables”, “Mujer de negro”, “LetalMetal”, “Malnacido” y “Sangre y deseo”, esta última con el riff y estrofas extraídas de “Smoke on the water” de Deep Purple amoldados a un ritmo thrash.
En segundo lugar, 1045, una nueva banda de la zona sur de Rosario, presentó un repertorio de covers de Hermética y V8, interpretando temas como “Evitando el ablande”, “Momento de luchar”, “Robó un auto”, “Ideando la fuga”, etc., este último con la participación de Gonzalo, vocalista de Motor. Otro conocido de la escena que participó como invitado especial fue Kino, baterista de Sacrificio, quien tocó durante todo el set brindado por 1045.
Ya pasada la medianoche, después de permanecer algunos meses alejados de los escenarios, Proyecto X volvía a la carga. Nuevamente sufrieron cambios en la formación, ya que se alejaron los músicos provenientes de Evolución, los cuales fueron reemplazados por nuevos guitarrista y tecladista, más el regreso de Luciano Ciardullo como vocalista. Iniciaron su actuación con “Sueños de metal” y enseguida le sumaron “No mendigues amor” y “Terapia intensiva”. La vuelta de Ciardullo como frontman devuelve frescura y un enfoque más directo en las canciones, recordando al estilo que Enrique Gómez Yafal impuso en Kamikaze a fines de los ‘80s. A pesar de que tuvieron que lidiar con un sonido deficiente, la gente se copó con su música, aplaudiendo las canciones y haciendo un poco de pogo. Cerraron su presentación con “Aguante el rock and roll”.
Desde Firmat, Supervivencia volvía a presentarse en Rosario. Terminó siendo la banda que mejor sonó en la noche, ya que no sufrieron los mismos inconvenientes que las otras. Además de inclinar la balanza a su favor haciendo que el público explote con los covers de Pantera “Mouth for war” y “Walk”, hay que ser justo y destacar que Supervivencia logró el mismo efecto con sus propias canciones. Prueba de ello fue la reacción que provocaron composiciones como “Mantenerse en pie” y “Rebelión”, poderosos temas heavy con reminiscencias de southern metal, con un muy buen desempeño integral por parte de los músicos.
Cruzada fue el último grupo soporte. “Buscando un rumbo” y “Hermanos metaleros” fue lo más destacado de su repertorio, además del cover de Judas Priest “Deal with the Devil”. Sufrieron inconvenientes técnicos y sonoros que tornaron un poco deslucido el concierto, pese a lo cual siguieron con actitud y pidiendo disculpas por los problemas. El entusiasmo de los músicos, el sentimiento que pone al tocar el guitarrista Leo, la fidelidad compositiva hacia las vertientes más clásicas del metal y el hecho de haber encontrado el vocalista indicado son actualmente los aspectos más destacables de Cruzada y lo que pudimos apreciar en vivo esa noche. El cierre llegó con un tema llamado “Apocalipsis”.
Minutos antes de las 3 a.m., Tren Loco salió a escena y desató la euforia de los metaleros que llegaron desde diversos lugares para ver este recital en Rosario. En el primer pelotón de canciones estuvieron “Tierra negra”, “Antihéroes”, el poderoso “Venas de Acero” y “Pueblo motoquero”. Lamentablemente, a esta altura de la noche el sonido era pésimo y el que lo hayan puesto más fuerte solo empeoraba las cosas. Probablemente “Venas de Acero” sea uno de los discos más logrados de la carrera de Tren Loco, no porque los otros no estén bien hechos ni mucho menos, sino porque es el que más se acerca a la magia e inspiración de “Tempestades”, una auténtica joya del metal argentino. Por esto último, era vital para el show el hecho de que la gente pudiera apreciar los arreglos y armonías de guitarra, los veloces solos, las bases contundentes, que allí estaban, tras un enorme manto de ruido.
Promediando el recital, después de tocar “Endemoniado” y “Apocalipsis”, hicieron una especie de “mini homenaje” a los soldados caídos en la Guerra de Malvinas, ejecutando los temas “1982” (una de las nuevas composiciones incluidas en la reedición del disco de Apocalipsis) y “Acorazado Belgrano”, justamente en el día en el que se cumplían 27 años del hundimiento del crucero ARA General Belgrano por parte del submarino nuclear británico HMS Conqueror, suceso que causó la muerte de 323 marinos argentinos. La gente respondió con respetuosos aplausos, cantando y haciendo pogo.
Para el final del concierto, Tren Loco tenía lista una gran seguidilla: “Barrio Bajo”, “Pampa del Infierno”, “Patrulla Bonaerense”, “Fuera de la ley”, “Bar El Ginebrazo” (un temazo), “Mis amigos” y el siempre nostálgico y aguerrido “Tempestades”.
No hay mucho más por decir, Tren Loco va a seguir presentando este disco por todo el país e incluso ya tiene agendadas fechas en Venezuela y en Ecuador. Solamente esperemos que la próxima vez que vengan, seguramente en este mismo 2009, el sonido sea digno de poder ser disfrutado por todos aquellos que amamos el metal; tanto la banda como su obra lo merecen.

*La fotografía que ilustra esta nota fue tomada del fotolog oficial de Tren Loco

martes, 12 de mayo de 2009

Diva Satánica presentó en vivo "In The Reign of Death... I Monarch"


Rosario. Fecha del evento: sábado 25 de abril de 2009. Ésta no era una noche más para Diva Satánica. En las instalaciones de El Sótano, recinto que los vio nacer como una banda tributo a Arch Enemy, presentaban en vivo su primer disco de estudio “In The Reign of Death... I Monarch”, editado por el sello peruano Undermetal Records. Luego de presenciar el gran concierto que dieron Enterrado Vivo y El Vasco en Pichuco Bar, me dirigí hacia el local de Mitre 785 para ver lo que allí acontecía.
 
  
 

Llegué para cuando Mental Disease estaba terminando su actuación. Matvey finalmente no había tocado y Time Illusion, según me comentaron, brindó un gran show haciendo temas propios y algunos covers de Pantera. Según dan a entender en su fotolog oficial, éste habría sido el último recital de Time Illusion, ya que cuatro integrantes de la banda seguirán con un nuevo proyecto.
 
  
  
  
   

Lo que vi de Mental Disease fue lo que el público metalero rosarino ya conoce: profesionalismo y mucha energía desplegados en escena, combinando inteligentemente, en composiciones propias, elementos del melodic death metal sueco con metalcore estadounidense. El sonido no era el mejor, pero aun así lograron mover a la gente con temas como “Liar”, “Take this”, “Treason”, “Mental Disease” y “No mercy for the fools”.
  
  
 

A las 2:45, Diva Satánica pisó las tablas para brindar más de una hora de música. El vocalista/guitarrista Titi Velázquez no ocultó su entusiasmo por la salida del disco y por la presentación ante sus seguidores. La gente escuchó respetuosamente el repertorio y cada tanto participaba coreando o haciendo pogo. 
En cuanto a la performance de Diva Satánica, la misma no tuvo demasiados inconvenientes; sonaron ajustados en la ejecución de composiciones elaboradas, melódicas y técnicas, orientadas mayormente hacia un estilo sueco, obviamente con Arch Enemy como principal inspiración, de quienes hicieron un par de covers, destacándose “Némesis”.
 
 

Bien por Diva Satánica y su promisorio futuro a partir de la edición internacional de este disco. La presentación tuvo como puntos bajos un sonido que por momentos no era del todo claro y dificultaba la escucha nítida de cada instrumento y, por otro lado, que el público aun no conoce bien el material de la banda. Seguramente en próximas presentaciones veremos shows más intensos. Mientras tanto, no hay que perder de vista de que la edición de este trabajo discográfico representa un nuevo avance de la cada vez más fuerte escena metalera rosarina.


 
*Todas las fotografías fueron tomadas por Victoria Panozzo, fotógrafa oficial de Corcel de Acero

miércoles, 6 de mayo de 2009

Enterrado Vivo y El Vasco reventaron Pichuco Bar: el poder del talento y la magia de la vieja escuela


Rosario. Fecha del evento: sábado 25 de abril de 2009. En un fin de semana con varias propuestas enmarcadas dentro de la música pesada en nuestra ciudad, había un recital que pasaba algo desapercibido en cuanto a difusión y capacidad de convocatoria en comparación con los otros. Sin embargo, la gente se hizo eco del evento y el lugar se llenó de metaleros, tanto de la vieja camada como jóvenes, todos ellos dispuestos a pasar un buen momento viendo a dos grupos de gran nivel como son Enterrado Vivo y El Vasco. Una noche memorable que merece ser reseñada a continuación.
 

Exactamente a la hora 23, Enterrado Vivo dio inicio a su demoledor set. Con un muy buen sonido brindaron 50 minutos a puro death metal sin dar respiro. Su repertorio fue un recorrido por los temas que conforman su disco "Infected" (excelente trabajo editado en 2008), destacándose piezas brutales y blasfemas como "When the universe does not make sense", "The empire of the lie", la propia "Infected" y "To kill the Jesus".


La calidad técnica y la destreza instrumental de Enterrado Vivo se hacen evidentes desde el inicio, que sumadas a la actitud demostrada en escena conforman un show agresivo y vibrante. La voz gutural de Esteban Pepo Mestre envuelve el ambiente apoyándose en la poderosa base conformada por Gabriel Sena y Sergio Ríos. Por otro lado, da gusto ver con qué pasión, sentimiento y expresividad toca la guitarra Gaspar Fernández, quien complementa a la perfección el trabajo de Pepo en la otra guitarra, dotando a la música de Enterrado Vivo de influencias más clásicas y de melodías que encajan perfecto en el sonido de la banda.


A todo esto, el público respondía con aplausos, puños en alto, haciendo los cuernitos y algunos conteniendo sus ganas de hacer pogo. Situación difícil teniendo en cuenta la contundencia de las canciones, tanto las propias como los covers: de Morbid Angel hicieron, si mal no recuerdo, "Immortal Rites"; mientras que, a modo de cierre, ejecutaron una impresionante versión de "The Antichrist" de Slayer.


No hay mucho más para decir, fue una actuación irreprochable de la banda de San Lorenzo, una de las mejores de death metal del país.



Pero aún había más. El Vasco llegó desde San Nicolás para acompañar a Enterrado Vivo en esta fecha y aportar su potente traditional heavy metal/hard rock con toda la mística de los ‘80s. Contando también con público propio que se arrimó a Rosario a verlos, el quinteto demostró su energía con composiciones propias como "No voy a parar", "Morir de pie", "Ángel del dolor" y "Noches de gloria".


Los que ya vieron a El Vasco cuando compartió escenario con Demencia en ADN en diciembre del año pasado ya tenían una idea del espectáculo que iban a ver: un puñado de músicos que capta la esencia de una época a la perfección, forjando su actuación en un material propio lleno de garra y sentimiento. Una vez más fue destacable la performance tanto del vocalista Nacho Villalba como de los violeros Carlos Alfonso y el legendario Vasco Urriestarazu, aunque para ser justos hay que decir que todo el grupo sonó compacto y ajustado, sin fisuras.


Llegando al final del recital, recordaron su lugar de origen con "Donde nací", reivindicaron la fidelidad a su forma de ser con "Pensamientos duros" y como broche de oro decidieron realizar un pequeño homenaje al querido metal alemán interpretando de manera impecable "Mastercutor", tema que da título al último full-length de U.D.O.. Otra gran presentación de los nicoleños en tierras rosarinas.



SETLIST EL VASCO

  1. NO VOY A PARAR

  2. MORIR DE PIE

  3. HOY ME TOCA GANAR

  4. ÁNGEL DEL DOLOR

  5. VIDA PARA MIRAR

  6. NO ROBARÁS MI SUERTE

  7. DONDE NACÍ

  8. NOCHES DE GLORIA

  9. A VIVIR

  10. PENSAMIENTOS DUROS

  11. MASTERCUTOR (cover U.D.O.)


La verdad fue un verdadero placer asistir a esta fecha y poder escribir estas líneas tratando de describir fielmente lo acontecido en esa noche. Solamente espero que se repitan este tipo de recitales y que la gente siga acompañando a las buenas bandas que mantienen encendida la llama de esta noble música.


* Todas las fotografías fueron tomadas de los sitios oficiales de las bandas y de los músicos.

viernes, 1 de mayo de 2009

Lo que dejó el Tribute of Devastation 2: brillaron Hefesto, Osamenta y Sin Piedad

Rosario. Fecha del evento: Sábado 18 de abril de 2009. Segunda edición de este festival que si bien, como su nombre lo indica, contó con tributos a importantes bandas del metal mundial, también permitió el lucimiento de propuestas originales ante un muy buen marco de público que se congregó en El Sótano.





Exactamente a la medianoche, Hefesto arremetió a puro thrashcore/groove metal. Este potente trío de Venado Tuerto sorprendió a más de uno. Solidez, contundencia, talento, ganas; son factores que influyen a la hora de lograr el poderoso sonido que ostentaron en composiciones propias como “Demise” (un auténtico mazazo a lo Sepultura), “Destino”, “Renacer”, “No olvidemos” y “La cara de la muerte”.





Completaron su repertorio interpretando los temas de Soulfly “Frontlines” y “Eye for an eye”, los cuales desataron la euforia y el pogo frente al escenario. Sin duda, Hefesto es una banda para tener muy en cuenta.






En segundo orden, Grimorium dio su última presentación bajo este nombre haciendo un tributo a Children Of Bodom. Tras la incorporación de su nuevo baterista, la agrupación de Villa Gobernador Gálvez decidió modificar nuevamente su nombre, pasándose a llamar Thy Opression Silent.





A pesar de algunos desajustes, sonaron con mucha energía y la gente festejó con aplausos y pogo los covers de los finlandeses que siempre han sido dignamente ejecutados por Grimorium. Habrá que ver hacia adonde apuntarán en su nueva etapa, si Thy Opression Silent seguirá la línea gothic/doom o si, por el contrario, haya que buscar indicios del nuevo sonido al que posiblemente se inclinarán los galvenses en lasica de Children Of Bodom.





A las 2:00 a.m., Osamenta dio inicio a uno de los shows más demoledores del año en lo que al thrash metal respecta. Aglomerando en un mismo setlist temas de su último disco “Libertario” junto con algunos covers de Testament, iniciaron su devastadora performance con “Estoy vivo” enganchándole enseguida el corte de difusión “Sangra Latinoamérica”.





El despliegue de Osamenta en vivo es de alta calidad instrumental, presentando riffs precisos y machacantes, inspirados solos de guitarra, una compacta y sólida base rítmica en la cual el baterista José Terzaghi se luce a la hora de imprimirle potencia y cambios de ritmo, todo esto sumado a la impecable labor del vocalista Pietra López, un frontman con amplios matices vocales y mucha presencia escénica.





La seguidilla de temas de Testament estuvo conformada por “D.N.R.”, “Sins of Omission” y “Low”, tres joyas de la discografía de los thrashers californianos, ejecutadas con gran fidelidad y sentimiento.





En el tramo final de su actuación, no dieron respiro con temas como “Dictadores de la Fe”, “Sentencia de una Nación” y “La Ira de la Tempestad”, entre otros, redondeando un concierto magnífico. Se retiraron muy aplaudidos, dejando, por segunda vez, una muy buena imagen en tierras rosarinas.



SETLIST OSAMENTA

1. ESTOY VIVO
2. SANGRA LATINOAMÉRICA
3. D.N.R. (cover Testament)
4. SINS OF OMISSION (cover Testament)
5. LOW (cover Testament)
6. SENTENCIA DE UNA NACIÓN
7. DICTADORES DE LA FE
8. DEJA TU ALMA VOLAR
9. ROMPE EL CORAZÓN
10. LA IRA DE LA TEMPESTAD






Reemplazando en la grilla a Diamond’s Ritual, Sin Piedad brindó un muy buen recital basado en composiciones propias como “Agonizas”, “Sin vuelta atrás”, “Sueño o realidad”, “No más vida” y nuevas canciones como “Destierro” y “Falsa religión”, todas ellas enmarcadas en el potente y efectivo thrash metal con variadas influencias death, al que Sin Piedad nos tiene acostumbrados.





Uno de los momentos más festejados de su presentación fue cuando interpretaron “The Pursuit of Vikings” de Amon Amarth, en una fiel versión.



SETLIST SIN PIEDAD

1. INTRO
2. AGONIZAS
3. SIN VUELTA ATRÁS
4. SUEÑO O REALIDAD
5. DESTIERRO
6. NO MÁS VIDA
7. VOCES
8. THE PURSUIT OF VIKINGS (cover Amon Amarth)
9. FALSA RELIGIÓN






El cierre terminó de signar el perfil thrash del festival, con Arsenal EF homenajeando a Megadeth. Enfocados mayormente en el material que la banda de Dave Mustaine registró en la década del ’90, hicieron “Reckoning day”, “Angry again”, “She-Wolf”, “Tornado of Souls” y el infaltable “Symphony of Destruction”, entre otros.





Aunque el nivel sonoro no fue el mejor y por momentos le faltaba nitidez, los muchachos de Arsenal EF se las arreglaron para brindar un show entretenido y dejar conformes a los metaleros que nos quedamos hasta el final. Como buen fan, lo único que uno quisiera escuchar es algún tema más de la etapa de los ‘80s, de la cual solamente sonó una parte de “In my darkest hour”; nos estamos perdiendo de bombas como “Peace sells”, “Set the world afire” o “My last words” (por nombrar algunas). De todas maneras, cumplieron correctamente su misión de recrear en directo grandes himnos de Megadeth.



SETLIST ARSENAL EF

1. RECKONING DAY
2. ANGRY AGAIN
3. COUNTDOWN TO EXTINCTION
4. DREAD AND THE FUGITIVE MIND / IN MY DARKEST HOUR
5. SHE-WOLF
6. I THOUGHT I KNEW IT ALL
7. TORNADO OF SOULS
8. SYMPHONY OF DESTRUCTION


*Todas las fotografías fueron tomadas durante la noche del evento por Victoria Panozzo, fotógrafa oficial de Corcel de Acero.